martes, 1 de febrero de 2011

Desde el lago (V)

Así que el viernes por la noche Remy y yo quedamos en su casa para ver cómo iríamos vestidos para el baile. Quería que le aconsejara qué vestido ponerse ya que, al ser yo un tío, sabía lo que les gustaba a los otros tíos. Y en especial a Riley.

- ¿Crees que estaré guapa con esto?-dijo, mostrándome un vestido rojo, tras lo cual rebuscó en su armario, cogió un vestido azul claro y volvió a dirigirse a mí-. ¿O mejor este?

Estábamos en su habitación, yo sentado en su cama y ella esperando ansiosa mi respuesta.

- La verdad es que...

No sabía qué decir. La verdad es que, en mi opinión hubiera estado guapa hasta de zombi aliñada con estiércol. Pero haber dicho eso en voz alta no habría sido demasiado adecuado, así que me limité a decir:

- Yo creo... La verdad es que no sé. Los dos te van bastante bien.

Remy me mostró ambos vestidos de nuevo, como forzándome a decidir.

- Aunque yo diría que te pega más el azul. Va más contigo.
- Muy bien, pues veamos como me queda.

Dicho esto, se cambió delante de una de esas cortinas que hay exclusivamente para eso.

- ¿Sabes, Sam?
- ¿Sí?
- Creo que de verdad le gustas a esa Rachel. ¿Por qué no le insinúas que te pida ir al baile con ella?
- No sé, es que no... No sé si me atrevo-dije,desganado-.Y mucho menos trajeado. A saber cómo me queda.
- Oh, venga ya. En cuanto acabe de cambiarme te busco un traje de mi padre, y ya verás como seguro que te queda bien.
- No sé yo...
- ¿Qué tal estoy?

Cuando vi a Remy con aquel vestido azul, y aquellos preciosos ojos mirándome y sonriéndome, me pareció estar, sin duda, ante lo más bello que había visto en toda mi vida.

- Estás..., estás..
- ¿Si?
- Simplemente preciosa.
- Vaya, muchas gracias-dijo,sin duda agradecida-. Vayamos a ahora a por lo tuyo. Creo que tengo uno de esos trajes guardados por aquí...-dijo mientras rebuscaba en su armario-. Ah, sí, aquí está.
- ¿Estás segura de que...?
- Calla y pruébatelo.
- Vale,vale.

Fui detrás de la cortina y me puse el traje, con corbata y todo incluída. Cuando salí, Remy me dijo:

- Vaya, parece que ha escogido usted la mejor opción, señor Sturman. Pero algo falla.

Acto seguido,se dirigió a mí y me cogió la corbata, ajustándola bien, de lo cual yo no tenía ni idea.

- Así está. Ahora sí que estás de lo más guapo.
- ¿Tú crees? -dije, con un atisbo de esperanza-.
- Claro, seguro que a Rachel le encantará.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)