sábado, 5 de febrero de 2011

El fenómeno del amor. Capítulo VI : Lo que más quiero (1ª Parte)

No habían pasado ni dos minutos desde que había hablado con Bradley, y ya estaba en su puerta, preparado para ayudarlo. Fue entonces cuando se dio cuenta de la suerte que tenía al poder contar con un amigo como él. Will le abrió.

- Buf, menos mal que estas aquí. Bueno, como ya te he dicho, Alice estará aquí en menos de dos horas y tengo la horrible sospecha de que… ¿Eso es un traje?
- En efecto, y de los buenos, así que procura no mancharlo.
- Bradley, no voy a ponerme un traje.
- ¿Cómo que no? Will, escucha el traje es como una especie de seguro por si algo sale mal, y si no me crees mira a Barney Stinson.
- Bradley, no sé si lo sabes, pero se trata de un personaje de una serie, y como tal no existe en la realidad.
- Tú hazme caso y ponte el traje. Luego te explicaré el resto.

Unos diez minutos después, Will había conseguido ponerse el traje. La verdad es que no le quedaba tan mal. Podría ser que hasta Bradley tuviera razón y todo.

- ¿Ya te has puesto el traje? Perfecto. Sigamos, pues. El siguiente paso es la cena.
- ¿Quieres que haga una cena para Alice y para mí?
- En realidad había pensado en encargarla, pero bueno, si te hace ilusión…
- ¿Y si hago un par de pizzas? Son rápidas de hacer y se me dan muy bien.
- De acuerdo.

- Y ahora la música-dijo Bradley-. Piensa, piensa, cual es la música más romántica que hayas escuchado. Aparte de la de Alice, claro. Poner un cd suyo sería demasiado redundante.

- ¿Qué tal Taylor Swift?

- Adjudicado. Ah, y encendamos un par de velas, y pongamos la mesa en el jardín, y…

- Tranquilízate, Bradley, aún falta mucho para que Alice llegue. Además, yo…

Pero de repente sonó el timbre.

- ¡¡Aghhh, y ahora que hacemos!!
- Tú, Bradley, escóndete en casa y que no te vea, o podría pensarse algo raro. Yo… iré a por todas.
- Marchando una de Taylor Swift. Suerte, tío. Que la poderosa fuerza del amor te acompañe.
- Igualmente, Bradley. Y muchas gracias por todo.

Y Bradley fue corriendo al salón, enchufó el equipo de música, lo encendió y puso el CD. El timbre volvió a sonar. Will abrió la puerta. Era Alice, sin duda, aunque iba bien disfrazada.

- Siento haber llegado tan pronto, es que…
- No importa, Alice, pasa.
- Muchas gracias, es que hay algo de lo que quería… ¿eso que llevas puesto es un traje?
- Ehm…, sí. Es que me lo estoy probando, ya sabes para… -Will dudó-. Para el baile de fin de curso y, bueno, yo….-Will empezó a sudar-.
- Tranquilo, no importa, era sólo por curiosidad. He venido porque tenemos que hablar… de algo importante.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)