miércoles, 31 de agosto de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XXVI)

Miércoles, 3 de agosto

Querido diario:

Soy Justin. Sé que lo más probable es que Richard se enfade conmigo por haber cogido su diario, pero es que necesitaba algo sobre lo que escribir. Además, si también lo utiliza Zoey, ¿qué problema habrá en que lo haga yo? No creo que liarse con él sea un requisito para poder escribir en este diario, o al menos eso espero.

Soy consciente de que mucha gente pensará en un niño de doce años como un crío ignorante, incapaz de tomar decisiones y valerse por sí mismo. Pero no es así.Al menos, no en mi caso.

Tal vez sea por haber estado semanas viviendo sólo en una gasolinera en medio de la nada, pero... pero creo que soy totalmente capaz de enfrentarme a la vida yo solito. Mis padres me enseñaron a hacerlo.

Huimos de nuestro hogar en Chicago junto con un grupo de supervivientes. Pero un día unos asaltantes nos pillaron por sorpresa, y como buenos supervivientes cada uno salió por su cuenta sin preocuparse por los demás, y cometimos el error de hacer esto último. Es por eso que soy ahora el único vivo en mi familia, y es por ello que no me fiara en un principio de Richard y Zoey.

Pero ellos son diferentes, ellos dos junto a Milla y a mí formamos una especie de grupo distinto de supervivientes, con la clara diferencia de que todos nos preocupamos por todos. Y saber esto me ha ayudado a empezar a superar algo que en su día creí mejor ignorar, y es que mis padres ya no están y que esta es mi nueva vida.

Son las ocho y cuarto de la tarde. En estos momentos sobrevolamos, según tengo entendido,la parte oeste del estado de Iowa. El plan, en principio, está en parar a descansar esta noche en algún lugar poco poblado, y seguir mañana hacia Nueva York vía Toronto (también conocida como Raccoon City, según Richard). A unos doscientos kilómetros al sudeste de Racc..., quiero decir, Toronto, pasaremos una última noche antes de llegar a la ciudad que nunca duerme. Está planeado que lleguemos allí poco después del mediodía del viernes.

Richard y Zoey están dormidos. Milla es la única que siempre está despierta, y no hace falta ser demasiado inteligente para saber por qué.

Quiere encontrar a su hija, y a su marido. Quiere reunirse de nuevo con su familia. Ah, y se me olvidaba la otra razón, también de bastante importancia: es la única que sabe pilotar una avioneta, lo cual resulta bastante más fácil cuando estás despierto.

Al principio pensaba que Milla era la única que tenía esa suerte,la de tener una familia por la que preocuparse.Pero mirando a Zoey y a Richard, y más tarde a Milla de nuevo... Es entonces cuando me doy cuenta. Ellos son mi familia ahora.

Zoey, Richard y yo perdimos lo que más queríamos en este apocalipsis de mierda, pero, en medio de todo este caos, nos encontramos. Como en su día dijo Columbus en "Bienvenidos a Zombieland":

"¿Esa cara? Soy yo descubriendo que esas chicas tan listas del enorme todoterreno negro y ese grandullón de la chaqueta de piel de serpiente eran lo más parecido a algo que siempre he deseado. Una familia. Yo confiaba en ellos y ellos confiaban en mí. Tallahassee consiguió su twinkie, y aunque la vida no volvería a ser sencilla ni inocente, mientras él saboreaba ese esponjoso bizcochito de crema,teníamos esperanza. Nos teníamos unos a otros. Y si no tienes a otras personas... Bueno, más te valdría ser un zombi".

Como supervivientes que somos, tan sólo nos tenemos los unos a los otros, y el haber pasado por tanto con ellos me hace todavía más consciente de ello.

Tal vez sea uno de mis estúpidos e inútiles arranques de optimismo, pero en ocasiones imagino cómo sería todo en el momento en que encontráramos esa ciudad a la que supuestamente nos dirigimos.

La verdad es que tengo algunas agujetas de la huida de ayer, y estoy bastante cansado, así que creo que lo mejor será que eche un sueñecito. Hasta la próxima.

domingo, 28 de agosto de 2011

Avril Lavigne: What the hell

Avril Lavigne,la cantante canadiense y autora de canciones tan conocidas como "Complicated" (que sonó en los primeros meses de este blog, como celebración de la quincuagésima entrada), "Sk8er Boi" o "Keep holding on", es la protagonista de este domingo musical con su "What the hell" (perteneciente al álbum "Goodbye Lullaby"). Esperando como siempre que disfrutéis con la canción y de las vacaciones que van ya tocando a su fin, os dejo con el videoclip:


miércoles, 24 de agosto de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XXV)

Martes, 2 de agosto (continuación, 2ª Parte)


- Genial-dijo Justin-. No hay problema. Entonces dejamos que nos maten y ya está.

De pronto, una idea cruzó por mi mente. Una bastante alocada, pero idea al menos.

- Esperad un momento-dije yo-.
- ¿Qué?-me dijo Justin-. ¿Es que tienes alguna idea?
- Más o menos. Escuchad-dije, extrañada de que se me hubiera ocurrido a mí y no a Richard-. Una compañera mía de instituto estuvo aquí en agosto del año pasado, y me contó que a finales de mes vio una exposición con toda clase de aeronaves.
- ¿Aeronaves?-dijo Justin-. ¿Dentro de una minúscula torre como esta?
- No todos están hechos a tamaño real-le dije-. La exposición duraría unos nueve meses, y teniendo en cuenta que no tuvieron mucho tiempo para quitarla antes de la llegada del virus...
- ...aún sigue expuesta-añadió Richard-. Lo cual quiere decir...
- ...que podemos huir planeando con uno de esos aviones-terminó Milla-.
- ¿Qué? ¿En serio? ¿Y cómo se supone que vamos a hacer eso?-preguntó Justin-.
- Ahora verás-le dijo Richard-.

Nos desplazamos rápidamente por detrás de los mostradores, mientras nuestro enemigo seguía disparando, en un ataque similar al de Los Ángeles. Al fin llegamos a las escaleras, y empezamos a subirlas.

En los pisos inferiores se oían gritos, golpes y pisadas.Y, posteriormente, una explosión. Habían entrado en la torre.

- Es en el último piso-dije-. ¡Vamos, deprisa!
- Sigo pensando que esto no es una buena idea-volvió a decir Justin. Tal vez deberíamos...
- Justin-dijo Richard, soy superdotado y confirmo que la física nos sacará de esta, créeme. A estas alturas un avión de exposición de mediano tamaño más nosotros tiene bastantes probabilidades de ser llevado por las corrientes de aire... Al menos temporalmente, luego ya veremos.

Justin puso una cara parecida a la mía después de ver la "adaptación" que había hecho Chris Columbus de uno de mis libros favoritos, "Percy Jackson y el ladrón del rayo". Fue una noche horrible.

Pero pronto comprendió que no había ninguna otra escapatoria, y se sumó al plan.

Tan pronto como llegamos al piso de la exposición empezamos a buscar un avión como el que Richard nos había dicho.

- ¿Y este?-dijo Milla-. Parece resistente.
- No-dijo Richard-. Está bien, pero nuestras posibilidades de éxito aumentarían con uno como...-se quedó pensativo unos instantes, para luego terminar la frase señalando un avión que acababa de ver-este.

Parecía de la armada canadiense, según decía en el panel informativo de tiempos de la segunda guerra mundial.

- Empujemos el avión, no debe de pesar mucho-dijo Richard-.
- ¡Arriba!-se oían voces a pocos metros por debajo de nosotros-. ¡No dejéis que se escapen!

Los cuatro empujamos con todas nuestras fuerzas, hasta que, con algún que otro esfuerzo sobrehumano y alguna ventosidad bien disimulada, conseguimos dejarlo casi tocando la pared de cristal que nos separaba del exterior.

- ¿De verdad creéis que lo lograremos?-preguntó Milla-.
- Sólo hay una manera de averiguarlo-dijo Richard-. Subid al avión. Yo romperé el cristal, empujaré el avión y subiré en él una vez en movimiento.

Primero se subió Milla, y luego Justin.

- No, yo lo haré-dije, mientras buscaba algo en la habitación que sirviera para romper la pared de cristal-. Para una vez que se me ocurre a mí la idea, ¿quieres robarme el protagonismo?

Richard se cargó de un patadón parte del ala de un avión más pequeño, próximo a nosotros,y me lo dio.

- No, supongo que no. Pero Zoey...

En aquel momento, se oyeron golpes en la puerta por la que habíamos entrado a la exposición, y un grupo de unos cuatro soldados la derribó y nos vio.

- ¡¡Allí está!!-dijo uno de ellos, que parecía el jefe-. Disparad, pero tened cuidado con la chica. El jefe la quiere con vida.
- ¡Salta!-grité, mientras le pegaba al cristal con todas mis fuerzas y saltaba yo también-.
- ¡Rápido, disparad!¡Que no se escap...!

Y atravesamos el cristal, cayendo al vacío y esquivando balas por décimas de segundo.

Los primeros instantes, sentí como si me encontrara en una de esas atracciones de caída libre, pero con una notable diferencia: en nuestro caso, nada impediría que nos estampáramos contra el suelo en cuestión de segundos.

- ¿Y ahora qué?-gritó Justin-. ¿Agitamos las alas y rezamos para que planee suavemente hasta el suelo?
- Sí, si eres creyente-dijo Richard-. Si no, basta con lo primero. Tú y Milla, agarrad el ala derecha y levantadla un poco hacia vosotros. Zoey, ayúdame a hacer lo mismo con el ala izquierda.

Nos acercábamos al suelo, un suelo infestado de muertos vivientes contra el que estábamos a punto de chocarnos. Tirábamos de las alas con todas nuestras fuerzas, pero estaban muy bien fijadas.

Tan sólo faltaban un par de segundos para estrellarnos contra el suelo, cuando de pronto...

- ¡¡¡¡Yujuuuuu!!!!¡¡¡¡Funciona!!!!-gritó Richard-. ¡¡¡Funcio...!
- Richard, siento interrumpirte, pero...creo que tenemos compañía-le dijo Milla-.

Y era cierto. Aquellos soldados que nos habían disparado en la torre nos seguían, y lo más curioso es que lo hacían volando,tal cual, con una especie de propulsor adosado al cuerpo. Y cada vez se acercaban más.

- ¡¡Allí!!-le dije a Richard-. Por la zona del puerto, tal vez podamos despistarlos.
- ¿Y cómo piensas hacerlo, Zoey?-me dijo Richard-. Esos tíos no nos perderán de vista así como así.

Richard tenía razón, en unos dos minutos nuestro avión de juguete llegaría al suelo, pero aquellos soldados... Nos alcanzarían en mucho menos que eso.

"Si pudiera despistarlos de alguna forma..."-pensaba para mí-. Sabía por el jefe de nuestros perseguidores que me querían viva y, por tanto, que no dispararían hasta que estuviesen seguros de poder hacerlo sin arriesgarse a matarme a mí también.

De pronto, algo en la lejanía, a pocas docenas de metros del embarcadero del puerto llamó mi atención.

Una gasolinera, aunque esta era para barcos y se encontraba en medio del agua.
Era arriesgado, pero se me ocurrió pensar que tal vez pudiéramos pasar por encima de la gasolinera, tal vez los soldados que nos perseguían estuvieran lo suficientemente cerca, tal vez quedara algo de combustible...

- Ni de coña, Zoey-me dijo Richard en cuanto se lo dije-. No dejaré que lo hagas, ¡es una locura!
- No más que todo lo que hemos hecho en estas últimas dos semanas, Richard.- Aunque era difícil en aquella situación, le miré a los ojos y le dije- En unos pocos segundos nos alcanzarán, y en cuanto lo hagan os matarán, y a saber qué querrán de mí. No voy a permitir que os ocurra nada.

Miré al agua, a sólo unos metros por debajo de nosotros, y le dije a Richard:

- Recuerda, me quieren a mí, pero vosotros les dais igual, así que, en el momento en el que yo salte, seguro que os dispararán.
- ¿Y cómo sabes que no irán a por ti primero?-preguntó Milla-.
- Porque son demasiado "profesionales" como para dejarse cabos sueltos. No irán a por mí hasta que sepan que no queda nadie que pueda ayudarme. Entonces, Richard...
- Les confundo para que disparen a la gasolinera en vez de a nosotros. Lo sé.
- Richard,por si algo sale mal, quiero que sepas que...

Y me besó. La verdad es que no me lo esperaba, pero me gustó. Sonreí.

- Lo siento,yo,la adrenalina...

Le devolví el beso, y me lancé al agua cuando estábamos a punto de sobrevolar la gasolinera.

Por encima de mí, oí como los soldados, efectivamente, disparaban apuntando a nuestro querido avión.

Yo no lo vi, pero Richard me contó más tarde que el plan salió a la perfección.

Resultó que la gasolinera sí que tenía combustible, y que los soldados fueron tan idiotas como para caer en la trampa.

La explosión fue tan grande que incluso a mí, que estaba sumergida a docenas de metros de allí, me pareció una barbaridad.

Cuando salí a la superficie, me encontré con los restos de la explosión, a uno de los cuales tuve que agarrarme por el agotamiento.

Preocupada, pensé que el avión no habría tenido tiempo de alejarse y que la explosión los habría consumido también a ellos.

- ¿¡Richard!?-grité, angustiada-.

Pero, para mi completa alegría, oí la voz de Richard segundos después.

- ¡Zoey!¡Aquí!

Seguí su voz, hasta que me encontré con los tres.

- ¡Ha sido increíble, Zoey!-decía Justin-. El avión caía,esos tíos nos disparaban,entonces la gasolinera ha explotado y nos hemos salvado de milagro, saltando casi en el último segundo. ¡En serio, ha sido una pasada!

Milla sonrió, y Richard hizo lo mismo.

Richard y yo nos miramos, sonriendo, y volvimos a besarnos. Aunque esta vez con más calma.

- Me parece que deberíamos nadar hacia la orilla-dije-. Algo me dice que nuestros perseguidores no se conformarán con mandar a cuatro soldados a por nosotros. Y además, si queremos evitarlos deberíamos alejarnos del lugar de la explosión.

Evidentemente, nadie lo discutió y nadamos hasta la orilla más cercana, próxima al Stanley Park.

- Preguntaría que adónde vamos ahora-dijo Justin-. Pero creo que está bastante claro.
- Hay un aeródromo a las afueras de la ciudad-añadió Milla-. Podría pilotar alguna avioneta, aunque esta vez de verdad. Llegaríamos en dos o tres días.
- ¿Nueva York, entonces?-preguntó Richard, como dirigiéndose a mí.
- Nueva York-afirmé.

domingo, 21 de agosto de 2011

¡¡¡Felices 10.000!!!


Es increíble, sólo hace unos ocho meses y medio que creé este blog, y ya tengo 25 seguidores, seguidores fieles que me leen y comentan. Por no hablar de las ya sobre pasadas 10.000 visitas. Para algunos podría no ser demasiado importante, pero para mí... Sí que lo es.

Quiero que sepáis que os lo agradezco mucho a todos los que hayáis entrado, aunque sólo fuera una vez, a mi blog. Es muy importante para mí y es por ello que hoy, domingo 21 de agosto de 2011, es uno de esos días especiales en "Historias de un wildcat". Y todo gracias a vosotros.

Para celebrarlo, he escogido hoy esta canción protagonizada por Cobie Smulders (que interpreta a Robin Scherbatsky en la famosa y divertida serie de "Cómo Conocí a Vuestra Madre").

Gracias a todos por ayudarme a llegar a las cinco cifras. :D

¡Y os espero en las seis!

domingo, 14 de agosto de 2011

Train: "Hey Soul Sister"


Hoy le toca a "Hey Soul Sister" (2009), de la banda de rock estadounidense "Train". Os dejo con el videoclip oficial.


martes, 9 de agosto de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XXIV)

Martes, 2 de agosto

Querido diario:

No puedo ni empezar a explicar la sensación que tuve en el instante en que los labios de Richard tocaron los míos.

Hace sólo unos meses, jamás habría imaginado que podría enamorarme tan pronto, y menos de alguien como él. No me malinterpretéis, simplemente es que mi grupo de amistades siempre fue bastante cerrado y nunca fui lo suficientemente valiente como para separarme de él, y ello me habría impedido, en circunstancias normales, conocer a alguien como Richard.

Pero las circunstancias normales murieron al igual que mi familia, y otros cientos de millones de familias por culpa de ese asqueroso y mortal virus.

No creo en el destino, y dudo que alguna vez lo haga. Pero al ver a Richard... Todo cambia.

Me he maldecido una y otra vez, revivido aquel momento cada segundo, martirizándome a diario por no estar con mi familia cuando me necesitaban. Y aquella fatídica situación es la que me llevó a conocer a Richard, algo que jamás habría ocurrido de no ser por ella.

Puede parecer una tontería, pero hubo momentos en los que ni siquiera tenía ganas de seguir adelante. Incluso llegué a pensar que lo mejor sería... No sé, rendirme, o algo por el estilo.

Y entonces apareció Richard. Inexplicablemente, me enamoré de él en apenas un día. Fui una tonta al rechazarle en la azotea la otra noche, pero cuando nos besamos por primera vez... Sentí que volaba.

La muerte de mi familia me llevó de viaje por medio país, buscando unas interferencias que resultaron ser erróneas pero que, curiosamente, me llevaron a conocer al chico del que ahora estoy enamorada. Y eso que el amor nunca había sido una de mis prioridades.

Me dormí abrazada junto a Richard, y me desperté al cabo de unas horas, con los primeros rayos de sol.

Él seguía junto a mí. Sonreí, lo besé en la mejilla suavemente y me levanté. Vi que Milla ya se había levantado, y me pregunté, mientras me dirigía hacia ella , si realmente habría llegado a dormirse.

- ¿Sabes?-me dijo-. Hay algo en lo que aún no me había fijado, y es que llevo meses sin oír el canto de los pájaros al amanecer.

Asentí, aunque no había caído hasta entonces.

- ¿Qué hora es?-pregunté, con una voz todavía algo somnolienta-.
- Imagino que rondaremos las siete, ya que estamos en verano y acaba de amanecer.
- Iré despertando a los chicos entonces, cuanto menos nos entretengamos mejor-dije-.
- Muy bien, iré a ver que puedo conseguirnos de desayuno.

Primero fui a despertar a Justin, quien al parecer seguía en una épica lucha contra El Que No Debe Ser Nombrado, o alguno de sus secuaces, pues cuando lo zarandeé para despertarlo...

- ¡¡¡Expelliarmus!!!

Esquivé una manotada por milímetros.

- Tranquilízate, Harry. Los mortífagos se fueron hace rato.
- Yo sólo...
- Levántate ya, que tenemos que desayunar. Pronto partiremos a Nueva York.
- De acuerdo.

Justin me obedeció, y fui a despertar a Richard.

Aunque supuse que ya estaría despierto, porque conforme me acercaba pude ver en su rostro una sonrisilla.

- ¿Por curiosidad, cuánto tiempo llevas despierto? -le pregunté-.
- El que tú quieras, mi perfecta y bellísima dama-dijo, con un clarísimo tono de burla-.
- Calla y levántate, Milla nos está preparando el desayuno.
- Vaya, qué detalle.

Así que los cuatro nos sentamos a desayunar una especie de rosquillas y lo que parecía zumo de naranja.

- La verdad es que siempre he tenido ganas de ir a Nueva York-dijo Justin-. De hecho, antes de todo esto mis padres y yo...
- ¡¡¡¡¡¡¡Al suelo!!!!!!!-grité-.

Instantes después de que viera un reflejo distante, una ráfaga de balas pasó rozando a Justin, quien se agachó justo a tiempo.

- ¡No fastidies!-dijo Richard-. ¿Otra vez tus amiguitos?
- ¿Los soldados azules?-dijo Justin-. Ya tenía yo ganas de conocerlos.
- ¡Chicos! ¿Queréis centraros? Milla, ¿hay alguna salida...?

Un sonoro estruendo se escuchó a pocos metros por encima de nosotros,e instantes después vimos el helicóptero con el que Milla nos había rescatado hacía sólo unas horas caer a la calle, destrozado y envuelto en llamas. Pudimos oír la explosión que hizo al estrellarse contra la calle.

- No, ya no.

domingo, 7 de agosto de 2011

The All-American Rejects: Gives you hell


"The All-American Rejects" es una banda de rock estadounidense autora de los álbumes "The All-American Rejects" (2002), "Move Along" (2005) y "When The World Comes Down" (2008), al cual pertenece la canción de hoy: "Gives You Hell". Espero, como siempre, que disfrutéis la canción.

Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)