sábado, 19 de febrero de 2011

GUILFORD (VI)

Aquella noche, Alan soñó. Estaba en un lugar donde la gente protestaba. Parecía una especie de manifestación. Fue entonces cuando llegó a la respuesta de por qué le resultaba tan familiar aquel lugar: se encontraba tan sólo a unos 20 kilómetros de Guilford. Su madre y él habían pasado por allí de camino a su destino tan sólo un par de días antes.

Había mucha policía, y el lugar estaba abarrotado de gente. De pronto, el fugaz estallido de una bomba en medio de la carretera llenó el ambiente, sorprendiendo a todos los que allí se encontraban y causando un terrible caos. Gente corriendo, gritando...

Alan despertó sudando. Había tenido otras pesadillas. Bastantes, a decir verdad. Y, últimamente, aún más. Pero ninguna como aquella.

Miró el reloj: las siete. Hora de levantarse. Rápidamente, se cambió, desayunó y leyó la nota que su madre le había dejado: ella no podría llevarlo al instituto aquel día. El autobús pasaría a recogerlo sobre las 7:45.

Así que Alan andó unos pocos metros hasta donde unos momentos después pararía el autobús. Y, en aún menos tiempo del previsto, estaba de vuelta en el Guilford High School.

Alan estaba realmente nervioso. No sabía qué decirle a Annabeth, y el hecho de que Ryan y Gabriella no hubieran aparecido todavía tan sólo lo inquietó más aún. "Sé tú mismo"-pensó Alan para sí, recordando las palabras de su madre-"y todo irá bien". Esperando que tuviera razón, se adentró una vez más en aquella inmensa marea de alumnos, en busca del aula donde sería la primera clase. Y fue entonces cuando la vio.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)