domingo, 30 de octubre de 2011

Ray Parker Jr.:Ghostbusters


Mañana es Halloween, la única noche del año en el que las fronteras entre nuestro mundo y el sobrenatural desaparecen, la noche en que tus peores miedos se hacen realidad (risa malévola de fondo). Y es por ello que he decidido que la canción protagonista de hoy sea "Ghostbusters", compuesta por Ray Parker Jr. como banda sonora para la famosa película titulada "Los cazafantasmas" (1984). Os dejo con un vídeo de la canción, hecho con algunas escenas de la película que tanto he nombrado últimamente, "Bienvenidos a Zombieland", que además viene bastante bien ya que a mi historia "Diario de un superviviente", le quedan tan solo tres entradas.

Tanto si tenéis como si no tenéis puente, pasadlo bien y asustad a mucha gente.

jueves, 27 de octubre de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XXX)

Lunes, 8 de agosto de 2011

Querido diario:

No podía creer lo que estaba pasando. No, no quería hacerlo.

Supe que Zoey estaba infectada con el virus en el momento en que vi cómo sus pupilas se dilataban exageradamente. Uno de los primeros síntomas de la enfermedad.

Apenas habrían pasado unos segundos desde que Zoey comenzó a temblar, cuando la pantalla de lo que en un tiempo anterior sirvió como GPS parpadeó y se encendió, mostrando el rostro del ser más repelente de la Tierra.

- Hola, queridos amigos. ¿Qué tal? ¿Todo bien por ahí?

Nadie dijo nada.

- Probablemente os estéis preguntando de qué manera he contagiado a Zoey con un virus cuya vacuna la había de proteger,al menos en teoría. Pues bien, antes de que vosotros os la llevarais, le inyecté una muestra experimental de un virus similar al que el mundo ha conocido, pero que nunca llegó a salir a la luz... hasta ahora. Un virus perfecto, en el que llevo meses trabajando y que matará a vuestra pobre y desdichada amiga en unas pocas horas. A no ser... que volváis antes de que eso suceda. En ese caso, puede que me pilléis de un humor lo suficientemente bueno como para que os dé lo único que podría salvarla. Nada más y nada menos que una muestra del único antídoto existente. Vosotros decidís. Eso sí, mejor si lo hacéis rápido.

Dicho esto, la imagen se fue. Los tres nos quedamos pensativos durante unos segundos, hasta que dije:

- Milla, para aquí. Quiero hacer una cosa.

Cruzábamos la quinta avenida. A la altura de una especie de tienda de informática, decidí que era hora de desahogarse un poco. Cogí una especie de vara de metal que había tirada en el suelo y empecé a golpear con ella todo lo que puede, descontrolado. Una mano apoyada en mi hombro derecho me detuvo. Milla.

- Richard, este es un lugar peligroso para pararse. Las calles están llenas de zombis, vayamos a un lugar más alejado.
- ¿Y qué más da? Si ya no hay nada que hacer. Todo ha acabado.
- Richard, sé lo duro que te debe estar resultando esto. Y sé que probablemente pienses que es tu culpa que Zoey haya enfermado, pero no es así.
- Milla, sí que lo es. Si os hubiera hecho caso ahora estaríamos de camino a esa ciudad de supervivientes los cuatro y con los prisioneros que podríamos haber rescatado, de haber tenido un plan elaborado. Siempre he sido el más prevenido, el que siempre se quedaba atrás por precaución, el que se lo pensaba todo veinte veces antes de hacerlo,y me pregunto por qué tuve que cambiar justamente entonces.Pero ahora es tarde.
- No, no lo es.  Si pensamos en un plan para entrar sin ser detectados y salvar a los prisioneros, conseguir el antídoto para Zoey...
- No tienes ni idea de lo que dices. Jamás conseguiremos entrar una segunda vez y salir con vida de un lugar como ese. He estudiado una y otra vez todas las posibilidades, y no hay forma de hacerlo.
- Y yo que pensaba que eras valiente y todo... -dijo Milla, mientras se alejaba-.

De pronto, recordé la primera vez que oí eso. De Zoey, momentos antes de nuestro primer encuentro con el ejército de soldados. Me acordé de la noche en que nos besamos, el dulce aroma de sus labios cuando besaron los míos y de sus largos y rizados cabellos de color negro azabache que me rozaron suavemente las mejillas. Y entonces lo vi.

- ¿Milla?-la llamé-. Creo que tengo un plan.

Ya saliendo de la ciudad, nos aprovisionamos con armas y algo de comida. Buscamos algún medicamento para Zoey y conté a Milla y  a Justin mi plan.

- Bien, escuchad. Este es el plan. Justin, tú entrarás el primero.
- Vaya una suerte-murmuró-.
- Intentarás llamar la atención de cualquier forma, y en cuanto lo hayas hecho, Milla aprovechará para entrar al recinto donde vimos las celdas.
- ¿Y cómo lo haré? Estará muy vigilado, no creo que...
- Yo te ayudaré, piratearé el sistema informático que usa para mantener a los prisioneros encerrados. Será complicado, pero no imposible. Luego, te ocuparás de dirigir a todos los prisioneros hacia la salida más cercana, que está a sólo un par de pisos por encima, en una especie de hangar. Después te reunirás con Justin y nos esperaréis  a Zoey y a mí en el allí. Si no habéis recibido noticias mías en un par de horas, entonces largaos. Yo iré a por el antídoto lo más sigilosa y rápidamente que pueda, curaré a Zoey me dirigiré al hangar. ¿Todo claro?

Milla y Justin asintieron.

Sabía todo aquello debido a que mi superdotado celebro había memorizado todo aquello que habíamos visto en nuestra huida de aquellos laboratorios. La sola posibilidad de perder a Zoey me había cegado por completo, hasta que recordé aquel primer beso con ella. Entonces, todo volvió a tener sentido en mi cabeza.

Nos encontrábamos los tres sentados alrededor de una fogata, a escasos  kilómetros de Nueva York.

Me levanté y fui a ver a Zoey. La pobre estaba pálida, y tan caliente como un horno. Se la veía muy mal. Le cogí el paño frío que tenía apoyado en la frente y le metí nuevos hielos. Luego, volví a colocárselo sobre la frente. Emitió un ligero sonido de alivio.

- ¿Tan mal se me ve?-dijo, acompañando a la frase con una débil sonrisa. Al ver que no decía nada, ella prosiguió-. ¿Sabes? No me había fijado hasta ahora, pero estás muy mono cuando te preocupas.
- Bueno es saberlo -dije,sonriendo con algo de disimulo-.
- Richard...-empezó a decir Zoey, cambiando esta vez a  un tono más serio-. No sé cuánto aguantaré, pero en cualquier caso me gustaría que me prometieras algo.
- ¿De qué se trata?
- Si me convierto, ya sabes, en uno de esos... Por favor, mátame. Y no dudes en hacerlo, si llega el momento...
- Zoey, no pienso dejar que pase algo así. Te hice una promesa, y la voy a cumplir.
- Te besaría si pudiera, pero probablemente te contagiaría, así que mejor lo dejamos para otro momento. Pero de todas formas... Te quiero.
- Yo también te quiero, Zoey.

Entonces Milla me dijo que descansara un poco, pero no me podía dormir y empecé a escribir en este diario. Mientras lo hago,en este mismo momento, Zoey está empezando a tener alucinaciones. Se encuentra en la fase intermedia de la enfermedad.

Pero ella apenas se queja. La poca voz que le queda ahora la utiliza para hacer bromas sin gracia, tipo "lo que hubiera dado por verte vestido con uno de esos ridículos trajes de gala"...

En fin, tampoco voy  a entretenerme más. Intentaré descansar un poco y en unas horas, más o menos cuando amanezca, iniciaremos mi plan de rescate.

La verdad es que siempre he sido más optimista que pesimista. Pero de todas, en una situación como esta la cosa cambia.

Me viene a la mente una canción de la serie de televisión Glee, "Get it right", del decimosexto episodio de la segunda temporada ("Canción original") y cantada por la actriz Lea Michele. El último episodio que emitieron antes de... Bueno, antes de que todo se viniera abajo.

Mirando a Zoey, recuerdo con tristeza aquel momento en el que vi el muerto viviente con ansias de carne humana en el que mi mejor amigo se convirtió hace sólo unos meses. No sé si podría volver a superarlo, si le pasara algo a Zoey, yo...

No, no pienso permitirlo. La quiero más  que a nada en el mundo, y jamás dejaré que le ocurra nada.

Me tumbo cerca de ella. Podría parecer peligroso por si se convierte y tal, pero la conozco y sé que es fuerte, lo suficiente como para aguantar unas horas más. Lo suficiente para que me dé tiempo a suministrarle ese antídoto y podamos irnos los cuatro, junto con los prisioneros, a esa ciudad de supervivientes a la que tanto nos está costando llegar.

Cierro los ojos, y me duermo pensando en que tengo que descansar un poco para el que hasta la fecha será el día más importante de mi vida. Martes, 9 de agosto de 2011.

Espero que todo vaya bien.

domingo, 23 de octubre de 2011

McFly: The heart never lies

En esta ocasión le toca al famoso grupo británico McFly, con su canción "The heart never lies" (perteneciente esta a su primer álbum recopilatorio, "All the greatest hits", que salió a la venta en octubre de 2007).

Apenas me sonaba esta canción, pero en cuanto la escuché pasó a estar entre mis favoritas. La propuesta fue de Sara, autora de un blog con una historia ("Luz y oscuridad"), que me empecé a leer hace poco y me encanta. Su blog, http://liliancole-luzyoscuridad.blogspot.com/, es genial así que no dudéis ni un instante en pasaros por allí y leer su historia.

Muchas gracias Sara, por haberme dado a conocer una canción tan bonita y un blog tan bueno como el tuyo.

Y sin más dilaciones, os dejo con McFly y su "The heart never lies". Espero que os guste.

miércoles, 19 de octubre de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XXIX)

- ¿Pero dónde se supone que estamos?-dijo Justin-.
- Justin, ¿podrías callarte? Milla, por favor, utiliza una de tus técnicas de judo e inmovilízalo un rato, para que pueda pensar.
- Richard-dijo Milla-, por aquí no podremos salir, tal vez deberíamos...

Pero Milla dejó de hablar en cuanto vio aquello a través de un pequeño ventanal, con vistas a un piso inferior. Eran prisioneros. Como ellos, pero encerrados en celdas contiguas y con pintas de llevar allí días, sino semanas. De pronto, la expresión de Milla se tornó aún más de sorpresa.

 -¡ Dios mío!-dijo-. Son ellos, mi marido y mi hija,tal vez me oigan así...¡Paul! ¡Paul, me ves...?
- Siento tener que interrumpirte,Milla-dijo Justin-. Pero dudo que te puedan oír. Además, llamas demasiado la atención. Si sigues gritando así, alguien nos descubrirá.
- Justin tiene razón, Milla. No podemos hacer nada, todavía no. Busquemos a Zoey y salgamos de aquí, y entonces pensaremos en un plan.
- Pero yo...-empezó a decir Milla-.

Richard apoyó su mano derecha en el hombro izquierdo de Milla.

- Milla, te prometo, no, te aseguro que volveremos a rescatarlos. Confía en mí.

Milla asintió con la cabeza, todavía algo entristecida pero agradecida al mismo tiempo.

- Y ahora-continuó Richard-. Busquemos a Zoey y salgamos todos de este infierno.

De modo que los tres estuvieron investigando el lugar, hasta llegar sigilosamente a una especie de laboratorio secreto, con puerta de metal sellada y un lector de huellas dactilares. En resumen, sólo podrían pasar con la ayuda de una mano. Una mano autorizada.

Se fijaron entonces en un hombre con bata blanca, con pintas de ser doctor (quién sino iba a entrar vestido con una bata blanca en un laboratorio) que apoyaba la mano en el lector, tras lo cual la puerta se abrió. Aunque a los dos o tres segundos, cuando el hombre ya había entrado, volvió a cerrarse.

- ¡Genial!-dijo Justin-. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Esperar a que pase alguno de esos doctores y dejarle inconsciente para poder utilizar su mano y atravesar la puerta?
- Dicho así, no parece tan mala idea-dijo Richard-. Escondámonos.
- Richard, tú que eres el más inteligente y tal...-dijo Milla-. ¿Por qué razón crees que el tío que nos ha secuestrado no ha puesto ni una sola cámara de vigilancia?
- Pues no sé, tal vez se le acabara el presupuesto, se le olvidara... O puede que incluso no las haya puesto porque sabe que se saldrá con la suya de todas formas. En cualquier caso, deberíamos mantenernos alerta.

Estuvieron largo rato esperando, escondidos tras una esquina hasta que apareció uno.

- ¡¡Socorro!!¡¡Socorro!!¡¡Un zombi se ha colado en el piso!!-dijo Justin-.
- ¿¡Pero qué?!

Viendo la escena inmediata a esta, acabo de inventar una palabra nueva: extintorazo. Pues eso, menudo extintorazo  que se llevó el pobre.

- ¡Madre mía!-dijo Justin-. Ya podrías haber elegido a uno menos pesado.
- Y tú podrías haber actuado un poquito mejor, Justin. Tenemos suerte de haber pillado al más imbécil de los doctores, además de al más pesado.
- Chicos...-decía Milla-.

Fue ella la que levantó al sujeto y apoyó su mano derecha en el lector.

- "Bienvenido, doctor Zeeman"-sonó una voz mecánica-.

Y la puerta se abrió,tras lo que los tres entraron rápidamente allí. Richard vio una entrada principal al final de un largo pasillo, pero prefirió ir a lo fácil.

- Vayamos por ese conducto de ventilación. Así evitaremos encuentros desafortunados.

Y vaya si lo hicieron. La vigilancia allí era exagerada: un montón de soldados parecidos a los que días antes habían intentado matarlos se paseaban por allí con armas tan grandes que te paralizaban sólo con mirarlas.
Y entonces llegaron allí, al recinto principal, donde estaba Zoey. A pocos metros por encima de ella, sus amigos la observaban confusos, sin saber qué hacer.

- Es increíble-decía otro de aquellos doctores, que estaba examinando una muestra de sangre al microscopio-. Jamás había visto algo así. Tiene tal cantidad de anticuerpos que tendríamos que inyectarle docenas de muestras del virus para  que hiciera algún efecto. No es que lleve la vacuna encima, ¡es que su sangre es la vacuna!

Milla, Justin y Richard se quedaron petrificados.

- Vaya, vaya, señorita Zoey-dijo aquel hombre-. He de serte sincero, me has impresionado, y mucho. Pero eso no va a cambiar nada. Tan sólo me llevará... algo más de tiempo alcanzar mi objetivo.

Zoey ni siquiera hablaba ya. Estaba increíblemente dolorida, y apenas podía mantenerse consciente.

- Entonces, imagino que habrá alguna forma de... revertirla, ¿verdad?-preguntó, aunque daba la sensación de que ya conocía la respuesta-.
- ¿Señor?-preguntó el doctor, algo asustado (o al menos eso me pareció a mí)-.
- Una antivacuna, doctor Cooper, por así decirlo.

Richard no entendía nada, y aquello sí que era raro. Si la sangre de Zoey era la vacuna, ¿cómo iban a revertirla? Aquello era biológicamente imposible. Aunque, pensándolo mejor...  Era igual de imposible crear un virus que convirtiese en zombie a los infectados y, sin embargo, había ocurrido.

- Señor, el microorganismo Z todavía no está listo. Ni siquiera sabemos la reacción que podría provocarle.
- Genial,eso me gusta más. Tráigalo.
- Pero señor, yo...
- Doctor Cooper, no estará usted dudando de mis órdenes-dijo, acercándose al doctor-. ¿Es lo que está haciendo? Porque en ese caso, ya sabe que me faltan humanos sanos para mis experimentos.
- No señor.
- Entonces tráigala. Y rápido.

El hombre se acercó a Zoey.

- ¿Sabes, Zoey? En unos pocos minutos tendrás el honor de ser la primera huésped para nuestro joven microorganismo. Puede que experimentes una de las muertes más dolorosas que el ser humano haya conocido jamás, pero bueno... El progreso en la ciencia exige ciertos... sacrificios.

Dicho esto, el hombre se alejó andando, y salió por una puerta, imagino para asegurarse de que el otro doctor hiciera bien su trabajo.

- Voy a bajar-dijo Richard-.
- ¿Qué?-dijo Justin-. ¿Estás loco?¡Te pillarán! Pensemos en algo y...

Pero Richard saltó, por un hueco en el conducto de ventilación. Y se acercó, corriendo aunque sin hacer ruido, a Zoey.

- Zoey.
- Richard-dijo Zoey, sin apenas habla-.
- Zoey, te voy  a sacar de aquí-dijo mientras buscaba una forma de desatarla de aquella cama.Finalmente, lo hizo.

Apoyó a Zoey en su hombro izquierdo, e hizo una señal a Milla y a Justin para que le ayudaran a  subirla. Y lo hicieron, pero cuando Richard todavía estaba abajo...

- Es perfecto. Le inocularemos ese virus y seguro que...
- ¡Señor!¡Señor!-le dijo uno de los soldados que había vigilando por los pasillos. Entonces se giró y comenzó a andar en dirección contraria al laboratorio, lo justo para que Richard pudiera subir-. Hemos encontrado a Emerson tirado en la puerta de la entrada, dice que un crío le ha golpeado en la cabeza, que lo utilizaron para colarse en el laboratorio y...

Los tres cargando con Zoey y a gatas por el conducto, salieron lenta y sigilosamente de él, mientras por debajo se oían gritos como los siguientes:

- ¡¡¡Pero dónde está la chica!!!¡¡¿Y cómo si se puede saber habéis permitido que dos críos y una maldita actriz de cine lograsen pasar desapercibidos en su paseo por el recinto?!! ¡¡¡Activad todas las alarmas!!!
¡¡¡No dejéis que escapen!!!

Milla y Justin sujetaban a Zoey, y Richard corría delante de ellos buscando una manera  de salir de aquel espantoso lugar.

- ¡¡Un ascensor!!-gritó-. ¡¡Hay un ascensor,al final de este pasillo!!
- ¡¡Richard!!-decía Justin-. ¿Y qué hacemos con los...?

Soldados, pero aquello no importaba porque Milla dejó inconscientes a todos ellos sin darles tiempo ni para saber qué era lo que estaba pasando. Como narrador omnisciente que soy, admito que fue impresionante y que, al igual que nuestro grupo de supervivientes favorito, me quedé de piedra cuando lo vi. Vaya con la actriz de cine.

- Y diseñadora de moda, también soy diseñadora de moda. No lo olvides-dice Milla-.

Sí, eso. También es diseñadora de moda. Fallo mío. Esperad... ¿cómo ha podido hacer eso?

Total, que una relajante música clásica no demasiado acorde con la situación que estaban viviendo los acompañó hasta el último piso, el superior.

Ya en la superficie, tomaron prestado de nuevo un coche y se dirigieron lejos de allí, buscando un lugar donde pudieran al menos descansar un poco antes de volver a rescatar a los prisioneros.

De pronto, cuando por fin parecía que  se encontraba algo mejor, Zoey se desplomó sobre uno de los asientos traseros y empezó a temblar, mostrando unas pupilas que se dilataban por momentos.

Estaba infectada.

domingo, 16 de octubre de 2011

Sum 41 : In too deep

Este domingo empezaré a poner aquí canciones que me han pedido en un evento que hice en el Tuenti de mi blog: "Historias de Blog". La primera canción fue pedida por Laura, y es "In too deep", de la banda canadiense "Sum 41" (concretamente de un álbum de nombre "All killer no filler", que salió a la venta en mayo de 2001).  Y como curiosidad, aunque la foto no es mía, es de un sitio donde estuvo mi hermana el pasado mes de junio en un concierto en el que uno de los grupos era Sum 41. Os dejo con el videoclip de la canción y espero, como siempre, que os guste.

Por cierto, ya que estáis podríaIs pasaros por el canal de Youtube de Laura (su canal es "95Nemhaim"). Hay vídeos de "Cómo se hizo" de algún videoclip, conciertos... Está genial, estoy seguro de que os encantará. 



miércoles, 12 de octubre de 2011

¡¡¡MI CUMPLEAÑOS!!!

Hoy, miércoles 12 de octubre cumplo diecinueve años. Es el primer cumpleaños que celebro desde que creé este blog, y por ello he decidido hacer honor su nombre y poner (ya era mucho tiempo sin hacerlo) alguna canción de High School Musical. La elegida: "A night to remember", una de mis favoritas. Además, os dejaré con una de las ya últimas entradas de "Diario de un superviviente" (de la cual estoy pensando en hacer, aunque algo más adelante, un trailer con ayuda de mi hermana).



- ¿Richard? ¡Richard, tío, despierta!
- ¿Qué? ¿Qué es lo que...? ¿Dónde estamos?
- Creemos que en una especie de cárcel subterránea o algo por el estilo-decía Justin-. Milla y yo llevamos tiempo intentando averiguar alguna forma de escapar, pero no conseguimos...
- ¿Y Zoey?-dijo Richard-. ¿Dónde está Zoey?
- No lo sabemos-dijo Milla-. Sabemos que se la llevaron, pero no sabemos adónde ni para qué.
- ¡Yo sí! Seguro que la tiene el tío que dirige todo esto, lleva persiguiéndola meses, y a saber lo que quiere de ella.¡Tenemos que salir de aquí, y rescatarla!
- Eso estaría bien, si tuviéramos alguna oportunidad de salir de aquí-decía Milla-. Paredes sólidas, ni una sola ventana y barrotes tan juntos ...

Richard intentó pensar algo, alguna forma de abrir la puerta de la celda y buscar a Zoey. Fue entonces cuando reparó en los tres guardias que vigilaban el recinto, cargados cada uno con una pistola de las grandes.
No había ninguna posibilidad, ninguna. A no ser que...

Richard miró a su derecha, y vio a Milla. Y entonces se le ocurrió una idea.

- ¿Milla?-dijo, en voz más baja-.
- ¿Si?-contestó ella-.
- Creo que tengo una idea para salir de aquí. Si conseguimos que los guardias se acerquen distrayéndolos, podríamos inmovilizarlos y y robarles la llave de la cerradura.
- La segunda parte me gusta-dijo Milla-. ¿Pero cómo piensas distraerlos?

Richard se giró hacia ella.

- Milla, no hace mucho  eras considerada una de las mujeres más atractivas del planeta, ¿y de verdad que no se te ocurre ninguna forma de distraer a esos idiotas?
- Supongo, si es la única manera...

Y pusieron el plan en marcha.

- ¡Ey!-gritó Milla a los guardias-. ¿Podríais venir alguno de vosotros? Es que hace mucho, mucho calor... Y creo que voy a... No sé, quitarme algo. ¿Podría ayudarme alguno de vosotros?

Y funcionó. Increíble, ¿verdad? Pero hicieron falta tan sólo unos segundos y un par de movimientos de judo de Milla para terminar el trabajo.

- ¡Caray!-dijo Justin-. ¿Qué ha sido eso, otro de tus hobbys?
- Más o menos-dijo-. Di algunas clases antes de hacerme actriz.
- Vaya-dijo sorprendido-.

Salieron de la celda, y corrieron hacia la puerta más cercana. Esperando que les llevara un paso más cerca de encontrar a Zoey.
____________

- Zoey Pierson-dijo aquel hombre-. Hija de Adam y Amanda Pierson, y hermana de Zack Pierson. Estudiante en el West High Minnesota. Eres un chica escurridiza, ¿sabes?
- Por favor...-decía Zoey-. No sé lo que quiere, ni cómo sabe todo eso sobre mí, pero por favor, por lo menos deje irse a mis amigos.

El hombre se acercó a Zoey. Ésta se encontraba atada fuertemente a una especie de cama de operaciones.

- Oh, vaya, qué inocente. ¿Ir adónde? ¿Es que no te has enterado? El mundo se ha acabado.
- Déjelos ir. Déjelos ir y haré lo que quiera, se lo ruego.
- Y dale con lo mismo. Zoey, verás...-dijo el hombre, haciendo una pequeña pausa-. Lo importante aquí, como habrás podido comprobar, no son tus amigos, sino tú. Desde que creé aquel virus, yo...
- Espere, ¿es usted el que dejó escapar el virus por accidente?

El tío empezó a reírse en su cara.

- ¿Por accidente? ¿En serio, eso crees? Por favor, Zoey, ¿en qué mundo vives? Creé y solté ese virus con un propósito, que  tal y como tenía previsto se cumplió a la perfección. Yo tan sólo tuve que quedarme mirando cómo el mundo agonizaba y el virus, cada vez más resistente y mortífero debido a sus mutaciones, llegaba hasta el último de los confines del planeta.¿Y dónde entras tú aquí? Pues bien, tu madre, Amanda Pierson, se encontraba en el Departamento de Epidemiología de la Universidad de Los Ángeles.
- Pero nosotros vivíamos en Minnesota, no entiendo qué...

Zoey gritó de dolor al recibir una pequeña descarga eléctrica.

- Por favor, no me interrumpas cuando hablo. Muy bien, ¿por dónde íbamos? Ah, sí, tu madre visitó la ciudad de Los Ángeles durante un congreso, durante el cual ayudó en el Departamento de Epidemiología. Era lista, lo admito, y me descubrió haciendo unas falsificaciones. Me despidieron, me inhabilitaron como médico y me arrebataron mi sueño. Pero no me preocupé porque sabía que, en unos pocos meses, todos ellos lo pagarían,desde el momento en el que virus encontrara a su primera víctima en Los Ángeles,pasando por  un tranquilo pueblo de Minnesota y luego, bueno... el resto del mundo.
- ¿Qué? ¿Entonces fuiste tú quien los mató? ¿Fuiste tú quien asesinó a mi familia?
- Afirmativo, Zoey.

Zoey estaba increíblemente débil, pero la rabia que llenó cada fibra de su ser le dio tal fuerza que casi logra liberarse de la cama.

- ¡Maldito cabrón! ¡Te arrancaré la cabeza en cuanto pueda! Asqueroso engendro de...

Una nueva descarga sacudió a Zoey con tal fuerza que casi pierde la consciencia. Incluso le resbalaban lágrimas por sus mejillas.

- Me parece que alguien se ha ido un poco de la lengua. Verás, Zoey, seré sincero contigo. Cuando envié aquellos zombis a la casa donde vivías, nos encontramos con que faltaba un miembro Pierson. Tú. Así que necesitaba encontrarte, más que nada para acabar con lo empezado.
- Eres...-dijo Zoey, casi sin habla-. ...eres un monstruo.
- Zoey, no sé si te habrás dado cuenta,pero... Mírame. Soy el malo, y los malos hacemos esta clase de cosas sin arrepentimiento alguno. Ah, y había algo más que quería decirte... Dime dónde la tienes.
- ¿Qué? ¿El qué?
- Sabes perfectamente de lo que hablo, Zoey Pierson. La vacuna,¡¡ la vacuna que la zorra de tu madre descubrió para mi virus!!
- Te juro que no sé de qué hablas, y aunque lo supiera yo...
- Está bien, puede que si no lo sepas... La lleves encima.

Dicho esto, el hombre le clavó una jeringuilla en el brazo izquierdo y le extrajo unos pocos centilitros de sangre a Zoey. La chica casi sintió  alivio con el pinchazo en comparación con el dolor que sentía entonces por todo su cuerpo.

- Vale, digamos que puede que tu queridísima madre te inoculara la vacuna sin que tú te dieras cuenta. ¡Usted, doctor Cooper! Analice la muestra de sangre de nuestra querida anfitriona, y veremos si nos tiene preparada alguna sorpresa. Sí, señorita Zoey. Si tiene algo que ocultar, no se preocupe. No tardaremos en descubrirlo.

sábado, 8 de octubre de 2011

AMIGOS PARA SIEMPRE

Hoy, ocho de octubre, es un día muy especial para mí. ¿Que por qué? Por la siguiente razón: hoy hace un año que mi hermana me preparó el mejor regalo de cumpleaños que podría haber tenido: una cena sorpresa en el restaurante japonés de mi pueblo, "La Eliana" (por hacerle un poco de publicidad, el "Teppanyaki", jeje) con mis amigos.

Si dijera que no me lo esperaba para nada me quedaría corto. Al principio, no sabía lo que pasaba. Pero en el momento en que entré por la puerta del restaurante y vi una mesa con unas veinte personas gritando "¡¡¡¡Sorpresa!!!!"... Tuve incluso la sensación de que estaba soñando, pues no podía estar pasando algo tan guay.

Lo gracioso de que no me lo esperaba es que fui a reservarlo con mi madre la noche anterior, me preguntó incluso si alguno de mis amigos fumaba y yo, todo ingenuo, le dije sin sospechar absolutamente nada (aunque algo extrañado)  que no. Todo sea dicho, me parecía algo raro que fuéramos a reservar mesa en un restaurante donde habíamos ido mis padres, mi hermana y yo tantas veces que éramos casi como de la familia. En mi defensa, ¿quién puede esperarse algo así?

Además, resulta que me encontraba algo mal. La tarde del mismo día, estaba con mi padre en casa, y estudiando (dicho sea de paso), cuando de repente me empecé a encontrar bastante mal, con angustia y tal, y fui a decírselo, a lo que él me contestó "podrías ver un poco la tele a ver si se te pasa".

Y lo hice, pero no se me pasó. Se lo volví a decir y me dijo "¿y si me acompañas a sacar a pasear a las perras?" y yo le acompañé. Pero cuando volvimos a casa seguía encontrándome mal,a pesar de lo cual insistió en que fuera a la cena (que yo pensaba sería con mis padres y mi hermana). No sospeché ni lo más mínimo.

Total, que estaba ya en la puerta del restaurante encontrándome todavía algo mal, y me llevé la sorpresa.

He de decir que fue todo un detalle por parte del virus, pues sentí tanta alegría que se me olvidó que me encontraba mal, y disfruté como nunca en aquella cena (a pesar de que mi estómago se vengara de mí horas después de una forma bastante desagradable).

Cenamos de todo (a destacar, el "plátano samurái")  y volvimos paseando desde allí a mi casa (que no está muy lejos). Estuvimos hablando y cantando en el singstar (principalmente el Disney, que es el preferido por todos).

Más tarde, cuando fui a dormirme (con uno de los amigos con los que había cenado, que se quedó a  dormir) y todos se habían ido el virus volvió a la carga en mitad de la noche, preguntándome por qué me tenía que poner malo siempre en mi cumpleaños o vísperas (ya era el segundo año consecutivo).

Dedico esta entrada a todos mis amigos, tanto los que estuvieron como los que no estuvieron en aquella cena. Sois todos geniales, y me siento increíblemente afortunado de teneros como amigos. Sabed que SIEMPRE podréis contar conmigo.

Traslado por primera vez en este blog un domingo musical a un sábado,hoy,ocho de octubre. Así que allá va:

- A María, mi compañera en el examen del nivel básico de inglés, que me invitó a su casa el día del estreno de la sexta película de Harry Potter (cuya entrada aún no le he pagado), día en que conocí a muchos de lo amigos que nombraré después.
- A Liza, gran escritora y lectora y a la que confesé que vengo del espacio exterior (como en una ocasión le dije a ella: "ya veréis en 2012,ya..."), que me grabó lanzando una moneda a la "Fontana di Trevi", en Roma y me enseñó a jugar al "Jungle Speed". Te prometo que algún día te devolveré el libro que me prestaste.
- A Raquel, quien incluso conociéndola desde hace poco me permitió bailar con ella en el vals del colegio. Fundó el primer club de lectura de primaria del colegio y me invitó junto con más amigos a la fiesta en su casa después de dicho baile (que, como ya comenté una vez aquí, fue la noche anterior al examen de mitjà que más tarde descubriría, había aprobado).
- A Vicky, jugadora profesional del jugger, alérgica a las fotos y japonesa de corazón.
- A Kevin, fan incondicional de Apple y compañía, futuro ingeniero informático y número uno en el juego "Mario Kart Wii".
- A Stefan, historiador y con quien inventé una nueva versión del juego anterior, "Mario Kart Extrem", que consistía básicamente en pegarnos mientras jugábamos (estoy trabajando en una nueva y mejorada versión, a la que aún no he puesto nombre pero que permitiría, además de pegarnos, tirarnos sillas y otros muebles mientras jugamos, los unos a los otros). Y por cierto, te quiero en mi próxima celebración de cumpleaños (no te equivoques, no es opcional).
- A Paco,doblemente vecino: en la universidad y en la calle paralela a mi casa. Algún día te devolveré el libro que me prestaste hace año y medio, te lo prometo.
- A Marta,a quien conocí en el estreno de la sexta película de Harry Potter, gran historiadora.
- A Marina,la primera que se enterará cuando yo tenga novia y con la que tengo pendiente una partida de Monopoly.
- A Silvia, una de las invitadas a mi fiesta sorpresa de cumple del año pasado y, gracias al singstar. una de las responsables de que este haya sido el verano menos caluroso en años.
- A Begoña, cuya interpretación de las canciones de "Dr Horrible" son sencillamente geniales.
- A Sandra, en cuyo cumpleaños fui testigo de una partida de "yo nunca" que consistió, entre otras cosas, en meterse con los hombres, aunque finalmente me excluyeran de este grupo.
- A Nevenka, que me invitó a su piso en el cumple de Sandra y me dejó para dormir una cama para mí solito.
- A Laura J.,a quien conozco desde hace tiempo y que también forma parte del club de lectura del colegio, y que fue muy amable al devolverme una mochila que me compré en mi viaje a Vancouver el verano pasado unos pocos meses después de que me la dejara olvidada en su casa (no, en serio, gracias).
- A Laura B.,que conoció junto a mi hermana a grupos musicales cuya existencia desconoce el resto de la humanidad.
- A Álvaro P.,a quien todavía le debemos una colleja por mi suspenso en Matemáticas en la PAU (va en serio, incluso estoy pensando en crear una página web, cuya dirección será: www.cuentaatrásparaelcollejón.com).
- A Álvaro C., quien me recordó en mi cumpleaños que a partir de entonces podía ir a la cárcel.
- A Elena, que al igual que Silvia ayudó con el singstar en la fiesta de fin de exámenes que celebré en mi casa el pasado julio.
- A Sara, por permitirme ser su profesor en clases particulares de matemáticas (eso sí que es valor, y lo demás son tonterías).

Pero esta entrada quedaría incompleta si no nombrase:

- A mi familia, por supuesto, que es sin duda la mejor del mundo.
- Los amigos españoles que conocí en mi viaje a Vancouver (e incluso algunos extranjeros) y en Toronto.
- Los amigos que he ido conociendo en los cursos de alemán que he hecho en los últimos dos años.
- Mis compañeros del colegio (que en mi caso es el mismo lugar que el instituto) y a sus profesores.
- Mis amigos de la Universidad de Física, tanto los de primer año como los de segundo y otros cursos.

Como futuro físico,soy consciente de que si tuviera que nombrar a todos aquellos que han influido positivamente en mi vida esta entrada acabaría tendiendo a infinito, así que terminaré dando las gracias a todas aquellas personas que se hayan cruzado conmigo y que han hecho, aunque pareciera imposible, que me sienta aún más feliz de lo que ya soy.

Y por último, pero no menos importante, a mi hermana Laura,que lo organizó todo y me mostró, de nuevo, la suerte que tengo teniéndola como hermana.

Y ya para terminar con esta entrada, os agradezco de nuevo a todos el formar parte de mi vida y os deseo lo mejor en ella.

Os dejo con una canción que me gusta mucho y que espero que disfrutéis .En fin, sed felices y a disfrutar de la vida.

domingo, 2 de octubre de 2011

Rihanna: Umbrella


Para este primer domingo de octubre me he decidido por la canción de Rihanna titulada "Umbrella", y perteneciente al álbum "Good Girl Gone Bad". Al igual que el domingo pasado, os dejo con dos vídeos de la canción: el videoclip original y un vídeo que hice para mi canal de youtube hace un par de años. Espero, como siempre, que os guste.


Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)