domingo, 30 de septiembre de 2012

Take that: Patience

Para este último domingo de septiembre me he decidido por "Patience", del grupo británico "Take that".

 Espero que la disfrutéis y que os esté gustando mi nueva historia, "Falkenhom".


jueves, 27 de septiembre de 2012

Falkenhom (I)

"¡Buenos días, mundo!".

Giré la cámara hacia mí para presentarme.

"Mi nombre es Sam Lovgren, y os doy la bienvenida oficial a mi canal de youtube".

Sonreí, y anduve unos metros para salir de mi habitación al pasillo, enfocando la cámara hacia éste. Avancé hacia la cocina.

"Y aquí es donde vivo yo. Una casa construida en medio de Falkenhom, un pueblo de no más de mil habitantes situado en la provincia de Västerbotten County, en el norte de Suecia. Un pueblo acogedor aunque en ocasiones aburrido en el que empezamos a tener calor a partir de los siete u ocho grados centígrados".

"Y aquí está...la cocina, como bien podréis observar" dije una vez había entrado. Me dirigí hacia el armario y cogí una bolsa con el pan de molde. Saqué un par de rodajas y las metí en la tostadora. Luego me acerqué a la nevera y saqué una botella de leche. Me serví un poco en un vaso y esperé a que salieran las tostadas.

"Y esto es a lo que yo llamo un típico desayuno en mi día a día. Como podéis ver...".

- Buenos días, hijo.

Apagué la cámara y me giré hacia mi madre, que acababa de entrar en la habitación.

- Mamá, ¿cuántas veces tendré que pedirte que no me interrumpas cuando estoy grabando?
- Lo siento, Sam-me dijo, aunque tenía pinta de sentirlo más bien poco-. Pero necesitaba recordarte que esta noche no podré cenar contigo. Tengo un montón de trabajo y tendré que quedarme allí hasta que lo acabe, por lo que probablemente llegue muy tarde a casa.
- Menuda novedad-murmuré-.
- ¿Cómo dices?
- Nada, nada, yo sólo... disfrutaba de las tostadas.
- Hijo, sé que te resultará difícil de creer. Pero todo lo que hago es por ti, y desde que tu padre se fue no tengo más remedio que trabajar más. Eres todo mi mundo, Sam-dijo mientras se acercaba a mí y me apoyaba una mano en el hombro-. Y me entristece que lo olvides con tanta frecuencia.
- Lo que tú digas, mamá, de todas formas yo...

De pronto recordé algo.

- Mamá, ¿qué hora es?
- Las...siete y cuarto, creo.
- ¡Tendría que estar hace media hora en el parque! No tengo tiempo de desayunar, ¿podrías recogerlo tú, por favor?
- Pues claro, hijo. Pero...

Desaparecí para ir corriendo al cuarto de baño, lavarme los dientes y luego fui a mi habitación. Cogí mi mochila con la bolsa de mi cámara dentro y salí igual de rápido por la puerta de la cocina. Me subí a la bicicleta que tenía allí apoyada y atravesé el jardín a toda prisa, tras lo cual me incorporé a la carretera y seguí pedaleando sin descanso hasta llegar a mi destino.

domingo, 23 de septiembre de 2012

LeAnn Rimes: Can't fight the moonlight

Para este primer domingo de otoño me he decidido por "Can't fight the moonlight", perteneciente a la banda sonora de la película "El bar coyote" y cantada por la estadounidense LeAnn Rimes. Espero como siempre que os guste y que tengáis una buena semana.

Aprovecho para deciros que ya he creado un blog para cada una de mis tres historias acabadas ("Desde el lago", "Diario de un superviviente" y "Poderes"), de forma que sea mucho más fácil leerlas sin perderse. Si aún no lo habéis hecho y os apetece, he dejado los enlaces en la pestaña "Historias".


martes, 18 de septiembre de 2012

Falkenhom

Mi nombre es Kyla, Kyla McCarthy. Nací el 30 de abril de 1897 en Brooklyn, Nueva York y tengo ascendencia irlandesa (aunque supongo que eso ya lo habréis deducido por mi apellido).

Nunca conocí a mis padres. Apenas tenía unos meses cuando ellos murieron, poco después de llegar allí desde la por aquel entonces hambrienta Irlanda. Los primeros recuerdos que tengo son del orfanato en el que me crié.

Sin embargo, apenas pasaba tiempo allí, pues aunque recibí muchas advertencias y no pocos castigos, me escapaba con frecuencia. Y fue en una de esas escapadas, con apenas siete años, en la que conocí a Alec y Jamie, quienes pronto se convertirían en mis mejores amigos. Ambos eran de familias ricas y vivían lejos del orfanato donde me crié, pero como a ellos también les gustaba saltarse las normas no tenían reparo alguno en fugarse de allí de vez en cuando.

Recuerdo perfectamente el momento en que los conocí. Estaban jugando a ver quién era más rápido subiendo a un muro, en un callejón cercano a mi orfanato. Al verme y darse cuenta de que ninguno de los dos era capaz, me retaron a hacerlo. Aunque estaba un poco asustada, finalmente pasé al otro lado sin tropezarme ni caerme. Los dos se quedaron patidifusos, y creo que fue a partir de aquel momento cuando empezamos a ser amigos.

Aunque ambos se conocían desde bien pequeños y estaban muy unidos, se notaba a la legua quién era el dominante en la relación. Alec era mucho más atrevido que Jamie, y en la mayoría de ocasiones éste se dejaba llevar por el primero.

Catorce años después, los tres nos habíamos hecho prácticamente inseparables. Habíamos crecido juntos y vivido multitud de anécdotas y divertidas historias. Pero todo cambió el día en que me dijeron aquello.

- Kyla, hemos estado pensando...-empezó Jamie, recibiendo toda mi atención-. Alec y yo habíamos pensado que...
- Vamos a enrolarnos-aclaró Alec-.

Mi mundo entero se detuvo durante incontables instantes.

- ¡¡¿Quéeeee!!??-grité-. ¿Estáis locos? ¿Ir a a la guerra? ¿Tenéis idea de la cantidad de gente que ha muerto?
- Unos pocos millones, según los últimos sondeos-bromeó Jamie-.

Puse la cara en blanco. Alistarse en el ejército en aquella época era como tirarse por un acantilado, si no fuera porque tenías bastantes más posibilidades de sobrevivir en este último caso.

- No lo entiendo-dije, tratando de retener la tristeza que afloraba en mi interior-. Pero, ¿por qué?
- El padre de Jamie-dijo Alec, sin darle tiempo a su amigo para hablar- es muy autoritario. Dado que han perdido toda su fortuna aprovechan que su hijo es mayor de edad para enviarlo a la guerra. Piensa que así hará algo de provecho.
- Pero insisto en que no hace falta que vengas, Alec. Este es mi problema, no el tuyo. Yo soy el que tengo el padre imbécil.
- Y también el que tiene nombre de chica.
- ¡Yo no tengo nombre de chica! ¿Cuántas veces te lo tendré que decir? "Jamie" es un nombre mixto.
- Mixto o no, no sobrevivirías ni dos minutos en el frente sin mi ayuda. Iré contigo, ya está decidido.
- Yo también voy.

Esa frase mía los dejó sin habla. Y, al parecer, les hizo mucha gracia. Yo me molesté.

- ¿Pero qué es lo que pasa? ¿Por qué no puedo ir con vosotros, eh?
- No sé-dijo Alec-. Tal vez porque eres... ¿una mujer?
- ¿Y qué si lo soy? Soy mucho más madura que cualquiera de vosotros dos, y bastante más ágil.
- No te dejarán pasar, Kyla-dijo Alec-. No puedes venir con nosotros.
- No pienso permitíroslo. ¡No me dejaréis sola!
- Oh, vamos. No seas tan dramática. Estaremos de vuelta mucho antes de lo que piensas. Mataremos unos pocos alemanes, y enseguida volveremos a casa. ¿Verdad, Jamie?
- Verdad, Alec.
- Por favor, chicos. No me hagáis esto...-dije casi llorando, desesperada-.  Si no volvéis y  me quedo sola...
- Escúchame, Kyla-dijo colocando sus manos sobre mis hombros y atrayéndome hacia sí para que le mirara directamente a los ojos-. Te prometo que tanto Jamie como yo volveremos para estar contigo.
- ¿Lo prometéis?
- Lo prometemos-dijeron ambos chicos-.

Y sellamos la promesa con un corto aunque afectivo abrazo colectivo. Al día siguiente, mis dos mejores y únicos amigos embarcaron en dirección a Europa. Era un caluroso día de julio de 1918.

Durante semanas, estuve yendo y viniendo de la mensajería para ver si me llegaba alguna noticia.No podía afrontar la incertidumbre de no saber si estaban bien. Día tras día, me llevaba un chasco al comprobar que no llegaba nada. Un día cualquiera,  apenas un par de meses después, llegó a la mensajería una carta. Y otra más con ella.

Pero cuando llegué allí no estaban, así que corrí hasta el edificio donde se encontraban los domicilios de ambas familias. Al llegar, vi a la madre de Jamie llorando sobre los hombros de su padre, y los padres de Alec abrazándose.

- No, no...

Sentí que me ahogaba. Me derrumbé en lágrimas sobre la carretera y estuve allí tirada hasta que el padre de Jamie me vio y me gritó para que me fuera. Las dos familias me habían odiado desde siempre, por inculcar a sus hijos, según ellos, ideas deshonestas y temerarias.

Corrí hasta el puente de Brooklyn, llorando a lágrima viva y sin poder creerme lo que estaba pasando. Alec y Jamie... Habían muerto, ya nada podría salvarlos. Los había perdido para siempre, y eran todo lo que tenía. Estaba triste y angustiada por la vida que me esperaba sin ellos, sin poder volver a verlos. Me asomé al borde del puente, dispuesta a acabar con una vida sin sentido alguno para mí.

Pero entonces pensé que Alec y Jamie habrían querido que asistiera a su funeral. Fuera donde fuera donde estuvieran entonces, no me perdonarían si no lo hacía. Así que bajé de allí y me dirigí al cementerio más cercano, donde sabía que ambas familias tenían sus mausoleos. Esperé allí hasta el anochecer.

Escondida para que nadie me viera, esperé a que el funeral terminara y luego me acerqué a la tumba de Alec, a unos pocos metros de distancia de la de Jamie. Me arrodillé.

- Alec, Jamie...-sollozé-. Me lo prometisteis. Me prometisteis que volveríais conmigo. Y ahora que ya no estáis, yo...
- ¿Kyla?

Me giré. Ante mis propios ojos aparecieron mis dos mejores amigos. Alec, y detrás Jamie.

- No, no puede ser. Estáis muertos...-dije, casi llorando-.

Alec se acercó más a mí. Y luego a mi cuello.

- Alec-lloré-. ¿Qué...está...pasando?
- Tranquila, Kyla. Sigo siendo yo. Tú relájate y todo acabará rápido.

Sentí un dolor punzante en mi cuello. Acto seguido, Alec se hizo un corte en el brazo y me hizo tragar la sangre que salía de él. A los pocos segundos, sentí un fuerte dolor en mi pecho,a la altura de mi corazón. Me llevé la mano hasta ahí mientras notaba que, poco a poco, iba perdiendo la vista. Finalmente, me desmayé.

Cuando volví a despertar, me había convertido en uno de ellos.

domingo, 16 de septiembre de 2012

The Solids: Hey beatiful

Para este domingo me he decidido por la canción de "Hey beatiful", compuesta por el grupo estadounidense de "The Solids", que también creó la famosa y divertida serie de "Cómo conocí a vuestra madre". Espero que os guste y que tengáis una buena semana.

AVISO: EL VÍDEO CONTIENE  GRANDES SPOILERS SOBRE LA SERIE, ASÍ QUE SI NO LA HAS VISTO Y TIENES PENSADO VERLA NO VEAS EL VÍDEO.


martes, 11 de septiembre de 2012

Tom y Nicole: la gran aventura (XI)

Antes de nada os aviso de un, según cómo se mire, pequeño cambio de planes. Después de terminar con "Desde el lago", "Diario de un superviviente" y "Poderes", me he dado cuenta de que mi estilo de escritura ha cambiado mucho. Se podría decir que hay ciertas historias que, aunque me alegro de haberlas empezado a escribir, no me inspiran demasiado. Es por ello que he decidido de momento dejarlas aparcadas, aunque es posible que un futuro vuelva a ellas para terminarlas.

Esta va a ser la última entrada de "Tom y Nicole: la gran aventura" en bastante tiempo, ya que quiero dedicarme a otras muchas historias que os quiero mostrar y que espero os gusten. Os diré cuál será la primera de estas historias en el próximo domingo musical.

- Ya está, todo arreglado-dijo el hombre que les acababa de abrir la puerta mientras se sentaba en un sillón-.

Los tres estaban anonadados con la belleza de aquella habitación. Su decoración era impresionante, el techo y sus pinturas, los cuadros colgados en las paredes... Sentados frente a él, los tres amigos escucharon al hombre.

- Llevo...dieciséis años esperando este día. Mi nombre es Steve Park, y aunque tú no me conozcas yo a ti sí. Tu padre era mi amigo, y me pidió que te hiciera llegar esta carta cuando estuvieras lista.
- Espera un momento-dijo Nicole-. Entonces, ¿fuiste tú quien me lo envió?
- No comprendo.
- Es que no me dijo nada de ningún amigo y no sé, pensaba que él...
- Nicole, lo siento. Pensaba que tu padre te lo había dejado escrito en la carta. Él... me pidió que te la enviara... poco antes de morir.

Nicole sintió que le faltaba el aire. En cuestión de segundos, todas sus esperanzas se habían destruido.

- Siento ser tan directo, Nicole. Pero tenemos poco tiempo y necesito que lo comprendas.

Pequeñas lágrimas brotaron de los ojos de la joven. Tom la abrazó.

- No lo entiendo-dijo Kevin-. Acaba de decir que tenemos poco tiempo. ¿Poco tiempo para qué?
- Nicole-dijo Steve-. Si no es indiscreción, ¿te envió tu padre algo más en el sobre?

La chica le mostró la piedra.

- ¿Me la dejas, por favor?

Nicole le dio la piedra a Steve.

- Vaya-dijo, tras pensárselo unos instantes-. Si te soy sincero, desconozco la razón de que tu padre te enviara esto. ¿Tienes alguna idea de lo que es?
- No, pero sabemos que tiene un extraño poder. La primera vez que la tuvimos nos afectó de tal modo que sentíamos que nos iba a explotar la cabeza.
- Interesante...Así que tiene el mismo efecto de la propia máquina. No sé quién ni cómo, pero ha conseguido trasladar el poder de la máquina a este pequeña piedra.
- ¿Máquina? ¿Qué maquina?
- Verás, Nicole...

"Hace unos dieciséis años, en marzo de 1997, tus padres y yo trabajábamos al servicio de una agencia secreta no gubernamental, dedicada a la defensa de la población ante ataques que muchos hubieran calificado como... paranormales. Éramos muchos más trabajando allí, y uno de nuestros compañeros, que trabajaba como científico en nuestro principal laboratorio, descubrió algo.

Investigaba la física de partículas en relación a la mente humana, y aunque en un principio los fines no eran malvados pronto se corrompió. Empezó a darse cuenta de que nuestra mente no es tan poderosa como muchos piensan, y de que un simple chorro de esas partículas sería capaz de neutralizar hasta al más poderoso de los ejércitos. Casi sin quererlo, había creado un arma.

Él quería utilizarlo como arma de guerra, llevarlo allí donde se necesitara para acabar con cualquier conflicto bélico de un sólo golpe. Todos nosotros nos negamos, pero el verdadero problema llegó cuando empezó a tomarse la justicia por su mano.

Intentamos detenerlo, utilizamos todo lo que teníamos en nuestras manos para hacerlo, pero sus mercenarios eran mucho más poderosos que cualquiera de nosotros. En los primeros días tras el descubrimiento perdimos a mucha gente, y entre los últimos que quedamos éramos tus padres y yo. Cuando tu madre murió, tu padre me hizo prometer que te llegaría esta carta si algún día le pasaba algo, y el día que pasó...
Te envió lo más lejos que pudo, te cambió de país e incluso de continente... Para que no pudieran encontrarte. Yo le prometí que haría todo lo que estuviera en mis manos para explicártelo todo y protegerte.

Y ahora que sabes toda la verdad acerca de tu vida y de tus padres... Ha llegado la hora de que vayamos a por ellos."

Nicole permaneció unos instantes en silencio. Tenía tanto que asimilar, tanta información en apenas un par de minutos...

- Tu padre me hizo prometer que te mantendría al margen y a salvo de todo este embrollo hasta que fueras lo suficientemente mayor para entenderlo. Y aunque lo he intentado, apenas he avanzado nada desde que ellos murieron. Pero si me ayudas estoy seguro de que lo lograremos. Tengo unas pocas pistas para empezar. ¿Qué me dices, te apuntas?
- Dalo por hecho-dijo Nicole, más segura de sí misma de lo que lo había estado en mucho tiempo-.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Aerosmith: I don't want to miss a thing

Este domingo me he decidido por la canción "I don't want to miss a thing", del grupo estadounidense "Aerosmith" y que se incluyó en la banda sonora de la película "Armaggedon".

 Espero que os guste y que tengáis una buena semana, aunque para muchos conlleve la vuelta a la rutina.


domingo, 2 de septiembre de 2012

Hilary Duff: Why not

Para este primer domingo de septiembre me he decidido por la canción "Why not", que la cantante y actriz estadounidense Hilary Duff grabó en 2003 para la película de la curiosa y divertida serie que la hizo famosa, "Lizzie McGuire".

 Espero como siempre que os guste, y que tengáis una buena semana.


Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)