domingo, 20 de febrero de 2011

Desde el lago (VII)

Y, efectivamente, allí estaba. Fui a coger la bandeja de comida y me puse a la cola, detrás de ella.

- ¡Hola, Sam! ¿Qué tal ha ido con Rachel?
- Iremos juntos al baile.
- Vaya, qué bien. Te dije que serías capaz.
- Bueno, en realidad...
- Podríamos ir las dos parejas juntas, tú y Rachel, y Riley y yo. ¡Me ha dicho que sí!

Se la veía realmente contenta.

- Ya verás, Sam, ¡será fantástico!
- No podría estar más de acuerdo.

Ella se dirigió a nuestra mesa, cuando de pronto oí una voz a mis espaldas.

- ¿Cuánto tiempo llevas enamorado de ella?
-¿Qué?

Incluso ese tío, al que no había visto en mi vida hasta hacía unos segundos, se había dado cuenta. ¿Cómo es que Remy no lo había hecho aún?

- Oh, vamos. Esa mirada, el tono de voz, el extraño entusiasmo mostrado al decir que vas a ir al baile con otra...
- ¡Está bien! Lo estoy. ¿Y qué? ¿Acaso cambia eso algo el hecho de que no te conozca de nada y ya me estés intentando dar consejos amorosos?
- Unos cinco años entonces, ¿no?
- ¿Pero cómo...?
- Escucha, Sam, si realmente estás enamorado de ella, debes decírselo. Y no simplemente sentarte a esperar a que ella se dé cuenta.
- Eso ni en broma. La perdería, y antes hago puenting desde el tejado de mi casa que pasar por eso.
- Sin riesgo no hay triunfo, Sam. Esa es la única realidad. Si te interesan un par de trucos de mi invención, estaré aquí mañana a esta misma hora. Tú decides.

Y se largó,así, sin más. Y lo hizo tan rápido que tuve la sensación de que se había volatilizado. Pensé en lo que había dicho y, aunque me costara admitirlo,tal vez tuviera razón, pero ...¿pero quién narices era ese tío?

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)