jueves, 3 de febrero de 2011

GUILFORD (III)

Así que aquel día, a la hora de la comida, Ryan y Gabriella le enseñaron a Alan el instituto: el patio, las clases, el comedor... Era curioso, pero Alan empezaba a sentirse realmente cómodo con ellos habiendo pasado tan sólo unas pocas horas desde que los había conocido, lo cual era cuanto menos asombroso.

La cuestión es que los tres fueron al comedor, donde Ryan y Gabriella le enseñaron todo lo que debía saber sobre las mesas, el servicio de comida, las natillas que parecían natillas pero en realidad no lo eran..., y demás cosas por el estilo. E incluso le ofrecieron ambos a Alan el unirse a "la mesa de los frikis", con lo que se sintió enormemente feliz. Ya apenas estaba nervioso.

Sentados los tres comiendo, Alan fue a buscar algo en la mochila, y sin darse ni cuenta se le cayó la fotografía con Annabeth.

- Bueno, Alan-dijo Ryan-.. Dime, ¿qué has hecho este verano?
- Ehm..., pues lo de siempre, piscina, playa, montaña, piscina, playa...
- Pues mejor que nosotros-añadió Gabriella-. LLevamos años pasando las vacaciones de verano aquí, atrapados en este pueblo. Por cierto, ¿de quién es esa foto? Me suena mucho su cara.
- No, no es nada, tan sólo...

Cuando Gabriella logró coger la foto, pareció que la hubieran poseído de repente.

- No fastidies.
- ¿Qué?-preguntó Ryan,con curiosidad-.¿Quién es?
- La persona que más odio en el mundo entero.
- ¿George Bush?
- De acuerdo, la SEGUNDA persona que más odio en el mundo entero.
- Oye, chicos-intervine, asustado-. No os lo he contado porque no sabía cómo hacerlo. Hace unos tres meses, tras el final de las clases, me encontré con aquella chica en una fiesta de instituto, estuvimos hablando y... Y luego bailamos.
- Y qué bailasteis, si se puede saber, ¿la danza de la muerte?-dijo Gabriella, con el mayor sarcasmo que jamas había visto Alan-.
- ¿Por qué dices eso? Me cayó muy bien, era muy buena persona y habría seguido manteniendo el contacto con ella si hubiera tenido la oportunidad.
- Pues por mí cómo si quieres buscar tu maldita oportunidad tirándote por un puente. Me voy.
- Oye, Gab, no seas así, él no sabía nada.
- ¿Nada? ¿Nada de qué?

Gabriella se marchó. Alan, enormemente confuso, miró a Ryan. Y fue entonces cuando éste le dijo:

- Tengo que contarte algo sobre Annabeth Chase.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)