martes, 7 de diciembre de 2010

Tom y Nicole : la gran aventura


El sol asomaba por las colinas que había frente al Internado Rhoda Broughton , cercano a un remoto pueblo del norte de Gales. En una de sus habitaciones, orientada al este, Tom Evans abría los ojos poco a poco, mientras iba quitándose de encima esas sábanas tan pegadizas. Había dormido fatal. Para empezar, había tardado horas en dormirse, y además había vuelto a soñar con aquella gigantesca, monstruosa e inevitable ola que siempre lo engullía, hiciera lo que hiciera.

Se levantó y miró el reloj. Las seis y media. O sea, que aún tenía media hora para vestirse hasta que llegara Nicole. Nicole Wildfire era su mejor y única amiga. Ambos eran huérfanos prácticamente desde que nacieron y eran amigos desde siempre. Todas las noches, pasada la “hora límite” impuesta por el director del Internado, Nicole y él se encontraban en un lugar secreto, en el tejado, conocido tan sólo por ellos. Allí se contaban lo más importante del día en los momentos en que no habían estado juntos, compartiendo alegría y risas. Ambos tenían mucho en común. Habían crecido juntos y entre ambos había un poderoso sentimiento de amistad que crecía a cada día. Para cualquiera de los dos, el otro lo era prácticamente todo.

Pasada la media hora, Tom oyó un golpe en la puerta y fue a abrir. Era Nicole, sonriente y dulce como ninguna, que lo aguardaba con un gorro de lana tapando parte de su largo y castaño pelo.

- Vaya, veo que hoy nos levantamos algo cansados, ¿eh, Tom?
- Es que… no he dormido muy bien.
- No te preocupes, ya verás como pronto se te pasará_dijo con pinta de estar convencida_. Aunque si lo prefieres, podemos pelarnos hoy la clase y fugarnos al escondite.
- Tranquila Nicole, no hace falta. Creo que puedo aguantar un día más de clase antes de desmayarme.
- ¿Seguro? Bueno, creo que de todas formas podría llevarte yo sola a la habitación en caso de que ocurriera algo, ya tengo bastante experiencia.
- Muchas gracias, Nicole. Por cierto, he pensado que esta noche podíamos quedarnos los dos en mi habitación. He visto que ponen en la tele “High School Musical”, y he pensado que…
- ¿Bromeas? ¡Ni lo dudes! Sabes que es mi película favorita de todos los tiempos… y que nadie me gana cantando “Breaking Free”.
- Je, que más quisieras…

Nicole le pegó una palmada en el hombro a Tom, como indignada pero claramente en broma. Acto seguido, ambos salieron de la habitación de Tom y anduvieron por el pasillo gritando “¿qué somos? ¡Wildcats! ,¿qué somos? ¡Wildcats! ,¿qué somos? ¡Wildcats!¡Concentraos en el juego! ¡UUhhhhhhh!”, sin importar lo que pensaran el resto de estudiantes del pasillo. Corriendo y riendo, se dirigieron juntos al comedor, en la planta baja, donde el desayuno estaría ya preparado.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)