martes, 7 de diciembre de 2010

El fenómeno del amor. Capítulo I : Dos vidas (1ª Parte)

Así que allí estaba. Dispuesta a mostrarse ante millones de personas como la actriz y cantante número uno, la más famosa de su edad en el momento, como tantas otras noches.

Estaba agotada. Apenas había dormido, ya ni siquiera recordaba un día en el que hubiera dormido más de cinco o seis horas. Miró el reloj: las diez y media de la noche. Al menos, en un par de horas ese dichoso programa de entrevista habría terminado y podría descansar un poco.

- Alice Sutherland, empezamos en dos minutos-dijo un encargado del programa-.
- Enseguida voy-dijo Alice, con voz queda-.

Se miró al espejo. Un largo y brillante pelo castaño ondulado le caía por los hombros, haciendo resaltar su vestido y la gruesa capa de maquillaje que cubría entonces su cara. Así que eso era lo que adoraba tanta gente, millones de fans muchos de los cuales querrían vivir, aunque sólo fuera por una vez, en la vida de ella. “Lo que daría por vivir una de esas vidas al menos durante un día” pensaba para sí.” Sin presiones, ni obligaciones, ni periodistas entrometidos, ni fan locos…”.

- Señorita Sutherland.
- Sí, ya voy.

Y fue en ese momento cuando se acordó de cómo había llegado hasta allí. Las Sutherland llevaban en el negocio del cine y la música prácticamente desde siempre. Su bisabuela Kelly había sido actriz, al igual que su abuela y su madre. Y ella, además, al salir de buena voz, cantante, prácticamente por obligación. Menuda suerte la suya.

- ¡Alice! ¡Alice, espera!-sonó la voz de su mejor amiga, Megan-.
- Hola, Megan. ¿Qué pasa?
- Quería darte buena suerte para la entrevista. ¡Procura no aburrirte demasiado! Ya sabes que mañana es el cumple de mi primo Max, y por la noche montará en su casa una gran fiesta.
- No es que no me apetezca ir, pero creo que preferiría quedarme en casa a descansar.
- Vamos, no seas aguafiestas- dijo. Aunque, viendo la seriedad en el rostro de su amiga, añadió unas palabras-. Bueno, tal vez podríamos pasar allí un rato, y si después sigue sin apetecerte, irnos a mi casa a ver alguna peli.
- Me parece buena idea.
- ¡Señorita Sutherland!- volvió a sonar la voz del encargado, esta vez más elevada-.
- Bueno, Megan, te dejo. El deber me llama.
- A por ellos, campeona.

Alice se despidió de Megan con un efusivo abrazo. Ella había de siempre su mejor amiga, la única auténtica que había tenido en toda su vida. Llevaba siendo, al igual que ella, actriz y cantante toda su vida. Ambas se consideraban como hermanas, prácticamente inseparables, a pesar de la supuesta competitividad entre cantantes y actores, ausente en su caso por raro que pareciera.

Alice despidió finalmente a su amiga con un movimiento de mano y se dirigió lentamente hacia el plató, procurando no tropezar y esperando no hacer ni decir nada que las cámaras pudieran más tarde usar en su contra. En cuanto llegó, sonrió al entrevistador y al público, así como a las cámaras. Preparada para mostrar lo que millones de personas esperaban ver.

- ¡Señoras y señores, demos una cálida bienvenida a Alice Sutherland, el fenómeno adolescente del momento!

Los focos la apuntaron todos a la vez, cegándola casi por completo. Estando allí de pie, con toda aquella gente mirándola, se acordó de la proposición de su amiga Megan. Tal vez le vendría bien un poco de relajación.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)