domingo, 12 de diciembre de 2010

El fenómeno del amor. Capítulo II : La fiesta (1ª Parte)

- Oye, Megan, ¿sabes? Creo que sería mejor que nos volviésemos, este tipo de fiestas no me van-dijo Alice, en un arranque de pesimismo-.
- Oh, vamos, Ali, seguro que nos lo pasaremos en grande, y te vendrá muy bien para relajarte un poco.
- No sé yo.
- ¡Que te digo yo que sí! Además, quién sabe… puede que hasta conozcas a algún chico interesante.
- Tal vez tengas razón.

Megan y Alice entraron a la fiesta. No muy lejos de allí, William Spencer y su amigo Bradley se acercaban a la calle, ambos empujando una especie de furgoneta.

- Pero mira que te lo dije, Bradley. “No es buena idea cogerle la furgoneta a tus padres. Como le pase algo, nos la cargamos, pero no sé cómo me convenciste con tu clásico: total, ¿qué podría pasar?”
- Oh, vamos, tampoco es para tanto. No hay transporte público a estas horas, y como que venirse andando no era muy buena idea. Además, ya casi hemos llegado. Sólo unos metros más y pasaremos a la fase dos de mi infalible plan.
- Pues espero que tu plan sea tan infalible como dices, porque me duelen tanto las piernas que si hubiera que salir corriendo no llegaría ni a la acera de enfrente.
- Confía en mí y verás.

Así que Will y Bradley dejaron la furgoneta y fueron hacia la casa, a tan sólo dos calles de allí.

- Bien, escucha-dijo Bradley-. Para hacerlo más interesante, necesitaremos unos nombres.
- ¿Nombres?
- Sí, ya sabes. Puesto que no sería demasiado conveniente usar nuestros verdaderos nombres, lo mejor será inventarnos alguno.
- Estás loco. Pero bueno, puesto que venir hasta aquí ya ha sido una locura, mejor será acabar lo que hemos empezado.
- Así me gusta. Pues, tú serás Donovan Dawson y yo Michael Dawson. ¿Está claro?
- Del todo.
- Pues con eso valdrá. No necesitaremos más que los nombres. Una vez cuele, estamos en la fiesta. ¿De acuerdo?
- Totalmente.
- Pues vayamos allá.

Will y Bradley, cada uno con su entrada, se dirigieron a los controles del acceso a la fiesta. Tras unos breves momentos de extrema tensión, los guardas se apartaron y los dejaron pasar.

- ¡Uau, esto es una pasada!
- No parezcas demasiado entusiasmado, Bradley, o averiguarán que no hemos estado nunca en una de estas fiestas.
- ¡¿Estás de broma, tío?! ¡Mira a tu alrededor! ¡Hay famosos por todas partes!
- Vaya, cualquiera diría que es la primera vez que venís a una fiesta como esta-dijo una voz femenina. Era Megan Yelnats-.

En el momento en que vio a Megan, Bradley pareció entrar en un estado catatónico.

- ¿Tu amigo se encuentra bien?- preguntó, esta vez dirigiéndose a William-.
- Sí, es que está algo cansado. Con eso de estar siempre de fiesta, y tal…
- No me suenan vuestras caras, ¿cuál es vuestro nombre?
- Yo me llamo Donovan, y él Michael. Somos hermanos, hijos de John y Kate Dawson.
- No es que me suene demasiado, pero tienes cara de estar diciendo la verdad.

Conforme Bradley iba despertando, Will sintió una fuerte sensación de agobio. Si no salía a tomar el aire pronto, se acabaría desmayando.

- Lo siento, pero tengo que irme a tomar un poco el aire. Me duele la cabeza. Os dejo solos.

Mientras Will se alejaba hacia la terraza, oyó cómo Bradley volvía a estar despierto, y empezaba a contarle a Megan anécdotas de su infancia. Cosas de Bradley, y sus trucos para ligar.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)