sábado, 29 de enero de 2011

El fenómeno del amor. Capítulo V : La gran oferta (2ª Parte)

Unas horas más tarde, Alice se encontraba desayunando en el salón de su gigantesco hogar cuando un tipo trajeado y con pintas de ser alguien importante cruzó el rellano y su madre gritó su nombre.

- ¡Alice, cariño!
- ¿Sí, mamá?
- Baja a la entrada, el señor Wells está aquí.

El señor Wells era el manager de Alice. Dada su minoría de edad, no solía hablar directamente con Alice. No si no se trataba de algo muy grande.

- Señorita Sutherland, tengo entendido que su último disco ha entrado en la lista de los diez más vendidos de la década. Y su gira recaudó millones de dólares.
- ¿Y a qué se refiere con ello?
- Verá, señorita, he estado hablando con gente, gente importante y le he conseguido un puesto en una de las películas más famosas del momento.
- ¿Qué? Vaya, eso es fantástico, pero, y si yo… Quiero decir, ¿y si yo prefiriera quedarme aquí, en vez de irme? Al fin y al cabo, la decisión es mía, ¿no?
- Obviamente, pero debe saber que en ese caso, señorita Sutherland, perdería una de las mayores oportunidades que se le ha presentado jamás a alguien de su edad.
- Pero…
- El rodaje comienza en dos semanas, señorita. Usted decide. Pero decida pronto.

Tras esta conversación, Alice sintió que debía llamar a su amiga Megan. Necesitaba hablar con ella. Porque, ¿y si lo que le dijo antes del beso era verdad? Quería pensar que podrían hacerlo, que junto a Will y su mejor amiga Megan podría superar cualquier cosa, que las estadísticas se equivocaban en el caso de ellos dos… y que algo tan intenso no podía acabarse, así, sin más. Aquello no iba ser como lo normal. Ellos se encargarían de hacerlo diferente.

Pero entonces recordó todas las veces que la habían reclamado en giras, entrevistas, rodajes y demás historias. Y cuántas veces había tenido que abandonar su casa durante semanas, e incluso durante meses, e incluso fingir que salía con otros chicos del negocio tan sólo para tener contenta a la prensa… Pero seguro que Will lo entendería, entendería que después de todo eso nada habría cambiado entre ellos dos, que lo seguiría queriendo, igual que antes.

Cogió su móvil y abrió la tapa buscando el número de su amiga. Suspiró levemente. ¿A quién se le habría ocurrido hacer del amor algo tan complicado?

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)