lunes, 24 de enero de 2011

El fenómeno del amor. Capítulo IV : La no-cita (1ª Parte)

Y llegó el viernes. Las seis y cuarto de la tarde, en “Rise of the Sun”. Will estaba un poco nervioso. Pasaban ya quince minutos de la hora a la que Alyson y él habían quedado. ¿Habría pasado algo? ¿Se habría arrepentido Alyson de aquello, o simplemente no querría volver a verlo? Intentó apartar aquellos pensamientos de la cabeza. Al fin y al cabo, si ella no hubiese querido verlo, podría haberlo dicho por teléfono sin más. Y fue entonces cuando apareció.

Llegaba corriendo, y la mascarilla que llevaba en la cara le hizo suponer a Will que aún tenía aquel problema en la piel, lo cual lo inclinó a adquirir una cierta preocupación por ella.

- ¡Vaya, si ya estás aquí! Realmente lo siento Donovan, pero no he podido llegar antes.
- No pasa nada, tranquila. Si acababa de llegar. ¿Qué tal?
- Muy bien.
- ¿Y la máscara?
- Ah, el médico me dijo ayer que bastará con que la lleve unos pocos días más, y luego podré quitármela.
- Qué bien, me… me alegro mucho.
- Y yo.
- Bueno-dijo Will, después de unos interminables segundos de silencio-. ¿Entramos?
- Vale.

Will adquirió cierta confianza en sí mismo al entrar en el lugar. Estaba decorado al estilo irlandés, con cuadros de acantilados, montañas y ríos de la zona colgados en todas las paredes. Era un lugar bastante pequeño, pero muy acogedor, razón por la cual a Will siempre le había encantado aquel sitio (de hecho, había ido allí con sus padres y con Bradley en varias ocasiones).

Una vez dentro, se sentaron cerca de la entrada, al lado de una ventana que dejaba ver la calle y, un poco más abajo, parte de la hermosa bahía de San Francisco.

- Es un lugar precioso-dijo Alice.
- A mí siempre me ha gustado mucho. No sé por qué, pero siempre me he sentido en parte irlandés. De hecho, me encantaría escaparme allí durante algún tiempo.
- No me parece mala idea. Si te esperas unos pocos años, me apunto.
- ¿En serio?
- Claro, ¿por qué no?
- No, si me encantaría. De hecho iría ahora mismo. Y sería genial que fuésemos juntos- Will carraspeó-, ya sabes como amigos y eso.
- Iré contigo, Donovan, pero me temo que no es posible “ahora mismo”.
- Tienes razón. Mejor será esperar un poco.

Estuvieron hablando un buen rato. Era realmente sorprendente. Tanto Will como Alice empezaban a darse cuenta de que tenían prácticamente los mismos gustos, en todo. Cosas como aquellas le hacían pensar a uno en el destino, y en otras cosas similares.

- ¿Sabes, Alice? He pensado que podíamos ir a dar una vuelta. Conozco un parque no muy lejos de aquí, y desde allí se ve perfectamente la puesta de sol.
- Vayamos, pues. Pero tendremos que darnos prisa, porque me parece que está a punto de anochecer.

Pero ambos caminaron y llegaron allí justo a tiempo. Will guió a Alice por un sendero que llevaba a una colina. Cuando acabaron de subirla, Will le tapó los ojos a Alice y ambos se sentaron en un banco, frente a la puesta de sol. Entonces, Will dejó de taparle los ojos, y Alice vio lo que le pareció lo más bello que había visto en toda su vida.

- Es realmente precioso.
- Bueno, ya sé que probablemente habrás visto más de una puesta de sol, pero me pareció que…
- Jamás había visto algo tan bello, Will. En serio, me encanta este sitio. Es tan hermoso…
- No más que tú.

Will se sorprendió con lo que había dicho. ¿Estaba ligando con ella? Tenían muchas cosas en común, era guapa y muy simpática, pero lo extraño es que Will jamás había estado tan seguro de sí mismo. En principio, parecía que Alice iba a decir algo. Pero una sola mirada entre ambos bastó para lo que estaba a punto de suceder.

Will acercó su cara a la de Alice, y ésta la suya a la de Will. En aquel instante, ambos se rozaron los labios para luego empezar a besarse. Tímida y torpemente, aunque con mucho amor, Alice y Will se besaron ante la puesta de sol, sintiendo ambos como si el tiempo se detuviera durante todo el beso, que duró demasiado poco para los dos.

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)