- No lo entiendo, Tom- decía Nicole-. Llevo horas con esto y sigo sin encontrarle ningún sentido.
- Podría ayudarte si quieres, pero probablemente te retrasaría.
- No, es igual. No te preocupes. Con tu apoyo moral me vale-dijo, sonriendo-.
- Me alegro, aunque... Bueno, tal vez sería mejor que hicieras un descanso, así rendirías más. Mientras, podría echarle yo un vistazo, a ver si se me ocurre algo, y entonces te aviso.
En el fondo, Nicole no quería renunciar a ello, era algo tan emocionante... Pero, finalmente, el cansancio pudo con ella y aceptó la propuesta de su amigo.
- Duerme un rato-le dijo Tom a Nicole-. Te avisaré si descubro algo.
En aquel momento, se oyó un ruido. Alguien estaba tocando a la puerta. Nicole fue a abrir.
- Qué raro-decía-. Pensaba que al ser fin de semana harían la revisión más tarde. Escóndete, por si acaso.
Tom hizo caso a su amiga. Cuando Nicole abrió la puerta, ambos sintieron como un viento gélido que se propagó por toda la habitación. Nicole se quedó paralizada en el momento en que terminó de abrirla, y aquel hombre plantado en el umbral de la puerta habló.
- Hola, Wildfire.
como molaaa!! x)
ResponderEliminaresta historia es la que m´s me gusta, escribe mas y pronto!!