lunes, 14 de marzo de 2011

Tom y Nicole; la gran aventura (IV)

Nicole se quedó atónita. Los residentes en el internado raramente recibían correo, a no ser que fuera de padres o amigos de fuera. Y Nicole no tenía a nadie más que a Tom.

Cogió el sobre y comprobó, para su enorme inquietud que, efectivamente, era para ella. "Para Nicole Wildfire. Internado Rhoda Broughton. Gales".

- ¿Nicole? ¿Estás ahí?-oyó la voz de su mejor amigo,insistente-.
- Sí, ahora voy-dijo, nerviosamente-.

Guardó la carta en el bolsillo de su chaqueta y corrió a donde estaba Tom.

- ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara-dijo él,algo preocupado-.
- Sí, es que... He encontrado algo en mi cama. Una carta, dirigida a mí.
- ¿Qué?¿En serio? Pero eso es...
- Muy difícil, lo sé. O imposible. Yo también pensaba lo mismo, pero lo he comprobado una y otra vez, y en el sobre pone mi nombre.
- ¿Por qué no lo abres? Será la única forma de averiguar de quién es.

Nicole estaba asustada. Incluso con Tom a su lado, inspirándole como siempre esa gran fortaleza y seguridad en sí misma, no sabía si tendría agallas para hacerlo.

- Está bien. Vayamos allá-se decidió-.

Nicole abrió el sobre cuidadosamente. Al principio le costó, pues estaba firmemente cerrado. Pero al final consiguió abrirlo. Sacó impaciente la carta del sobre, y la desplegó igual de rápido. Y esto era lo que leyó:

Querida Nicole:

Antes de que te asustes, he de decirte algo. Soy tu padre. Sé lo enormemente sorprendida que debes estar, y puede que algo molesta en cuanto termines de leer la carta, pero tenía que asegurarme de que no te llegara hasta que fueses lo suficientemente mayor para entenderlo.

Si todo ha ido como yo lo planeé, habrás cumplido hoy dieciséis años, dos meses y tres días. En el mismo momento en que naciste, supe que habías salido a tu madre, y estoy seguro de que serás ahora tan guapa como lo era ella. Me encantaría haber podido verte crecer, ver la maravillosa mujer en la que te estás convirtiendo, pero me temo que no va a ser posible.

Creo que ya estarás preparada para asumir la verdad, la auténtica razón por la que acabaste en el Rhoda Broughton, así que te lo contaré todo. Tu madre y yo... Bien, digamos que no teníamos un trabajo de lo más normal. Los dos éramos espías.
Nos enamoramos, nos casamos y te tuvimos a ti, ignorando todo riesgo.

En principio, todo iba de maravilla, al menos hasta que nos encontraron. Intentamos luchar contra ellos, resistir, pero no pudimos. Tu madre murió escondiéndote y, aunque tú no lo recuerdes, así es como ocurrió. Le prometí en su lecho de muerte que haría lo imposible por evitar que nada malo te sucediera.

Pero pronto comprendí que jamás podría tenerte viviendo conmigo, en el mismo lugar. Era demasiado peligroso. Así que te envié a vivir al lugar más lejano que pudo ocurrírseme: el internado Rhoda Broughton,bien lejos de California. Espero que te hayan tratado bien,y que te sientas a gusto allí. Lo escogí porque mi profesor de español en la Universidad de Berkeley, que se crió huérfano, vivió allí durante mucho tiempo y, a menudo, me contaba asombrosas historias de tan maravilloso lugar y todo lo que significó para él.

Temo haberte hecho infeliz con esta carta, pero quiero que sepas que hice lo que hice porque te quería,y quería protegerte. Y, por encima de todo, jamás olvides que tu madre y yo siempre estaremos a tu lado.

Posdata: Te he enviado un regalo junto con la carta, una de las piedras que cogiste un día que fuimos de excursión al monte, cuando sólo tenías dos años. Guárdala bien. Te quiere,

Tu padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)