miércoles, 12 de octubre de 2011

¡¡¡MI CUMPLEAÑOS!!!

Hoy, miércoles 12 de octubre cumplo diecinueve años. Es el primer cumpleaños que celebro desde que creé este blog, y por ello he decidido hacer honor su nombre y poner (ya era mucho tiempo sin hacerlo) alguna canción de High School Musical. La elegida: "A night to remember", una de mis favoritas. Además, os dejaré con una de las ya últimas entradas de "Diario de un superviviente" (de la cual estoy pensando en hacer, aunque algo más adelante, un trailer con ayuda de mi hermana).



- ¿Richard? ¡Richard, tío, despierta!
- ¿Qué? ¿Qué es lo que...? ¿Dónde estamos?
- Creemos que en una especie de cárcel subterránea o algo por el estilo-decía Justin-. Milla y yo llevamos tiempo intentando averiguar alguna forma de escapar, pero no conseguimos...
- ¿Y Zoey?-dijo Richard-. ¿Dónde está Zoey?
- No lo sabemos-dijo Milla-. Sabemos que se la llevaron, pero no sabemos adónde ni para qué.
- ¡Yo sí! Seguro que la tiene el tío que dirige todo esto, lleva persiguiéndola meses, y a saber lo que quiere de ella.¡Tenemos que salir de aquí, y rescatarla!
- Eso estaría bien, si tuviéramos alguna oportunidad de salir de aquí-decía Milla-. Paredes sólidas, ni una sola ventana y barrotes tan juntos ...

Richard intentó pensar algo, alguna forma de abrir la puerta de la celda y buscar a Zoey. Fue entonces cuando reparó en los tres guardias que vigilaban el recinto, cargados cada uno con una pistola de las grandes.
No había ninguna posibilidad, ninguna. A no ser que...

Richard miró a su derecha, y vio a Milla. Y entonces se le ocurrió una idea.

- ¿Milla?-dijo, en voz más baja-.
- ¿Si?-contestó ella-.
- Creo que tengo una idea para salir de aquí. Si conseguimos que los guardias se acerquen distrayéndolos, podríamos inmovilizarlos y y robarles la llave de la cerradura.
- La segunda parte me gusta-dijo Milla-. ¿Pero cómo piensas distraerlos?

Richard se giró hacia ella.

- Milla, no hace mucho  eras considerada una de las mujeres más atractivas del planeta, ¿y de verdad que no se te ocurre ninguna forma de distraer a esos idiotas?
- Supongo, si es la única manera...

Y pusieron el plan en marcha.

- ¡Ey!-gritó Milla a los guardias-. ¿Podríais venir alguno de vosotros? Es que hace mucho, mucho calor... Y creo que voy a... No sé, quitarme algo. ¿Podría ayudarme alguno de vosotros?

Y funcionó. Increíble, ¿verdad? Pero hicieron falta tan sólo unos segundos y un par de movimientos de judo de Milla para terminar el trabajo.

- ¡Caray!-dijo Justin-. ¿Qué ha sido eso, otro de tus hobbys?
- Más o menos-dijo-. Di algunas clases antes de hacerme actriz.
- Vaya-dijo sorprendido-.

Salieron de la celda, y corrieron hacia la puerta más cercana. Esperando que les llevara un paso más cerca de encontrar a Zoey.
____________

- Zoey Pierson-dijo aquel hombre-. Hija de Adam y Amanda Pierson, y hermana de Zack Pierson. Estudiante en el West High Minnesota. Eres un chica escurridiza, ¿sabes?
- Por favor...-decía Zoey-. No sé lo que quiere, ni cómo sabe todo eso sobre mí, pero por favor, por lo menos deje irse a mis amigos.

El hombre se acercó a Zoey. Ésta se encontraba atada fuertemente a una especie de cama de operaciones.

- Oh, vaya, qué inocente. ¿Ir adónde? ¿Es que no te has enterado? El mundo se ha acabado.
- Déjelos ir. Déjelos ir y haré lo que quiera, se lo ruego.
- Y dale con lo mismo. Zoey, verás...-dijo el hombre, haciendo una pequeña pausa-. Lo importante aquí, como habrás podido comprobar, no son tus amigos, sino tú. Desde que creé aquel virus, yo...
- Espere, ¿es usted el que dejó escapar el virus por accidente?

El tío empezó a reírse en su cara.

- ¿Por accidente? ¿En serio, eso crees? Por favor, Zoey, ¿en qué mundo vives? Creé y solté ese virus con un propósito, que  tal y como tenía previsto se cumplió a la perfección. Yo tan sólo tuve que quedarme mirando cómo el mundo agonizaba y el virus, cada vez más resistente y mortífero debido a sus mutaciones, llegaba hasta el último de los confines del planeta.¿Y dónde entras tú aquí? Pues bien, tu madre, Amanda Pierson, se encontraba en el Departamento de Epidemiología de la Universidad de Los Ángeles.
- Pero nosotros vivíamos en Minnesota, no entiendo qué...

Zoey gritó de dolor al recibir una pequeña descarga eléctrica.

- Por favor, no me interrumpas cuando hablo. Muy bien, ¿por dónde íbamos? Ah, sí, tu madre visitó la ciudad de Los Ángeles durante un congreso, durante el cual ayudó en el Departamento de Epidemiología. Era lista, lo admito, y me descubrió haciendo unas falsificaciones. Me despidieron, me inhabilitaron como médico y me arrebataron mi sueño. Pero no me preocupé porque sabía que, en unos pocos meses, todos ellos lo pagarían,desde el momento en el que virus encontrara a su primera víctima en Los Ángeles,pasando por  un tranquilo pueblo de Minnesota y luego, bueno... el resto del mundo.
- ¿Qué? ¿Entonces fuiste tú quien los mató? ¿Fuiste tú quien asesinó a mi familia?
- Afirmativo, Zoey.

Zoey estaba increíblemente débil, pero la rabia que llenó cada fibra de su ser le dio tal fuerza que casi logra liberarse de la cama.

- ¡Maldito cabrón! ¡Te arrancaré la cabeza en cuanto pueda! Asqueroso engendro de...

Una nueva descarga sacudió a Zoey con tal fuerza que casi pierde la consciencia. Incluso le resbalaban lágrimas por sus mejillas.

- Me parece que alguien se ha ido un poco de la lengua. Verás, Zoey, seré sincero contigo. Cuando envié aquellos zombis a la casa donde vivías, nos encontramos con que faltaba un miembro Pierson. Tú. Así que necesitaba encontrarte, más que nada para acabar con lo empezado.
- Eres...-dijo Zoey, casi sin habla-. ...eres un monstruo.
- Zoey, no sé si te habrás dado cuenta,pero... Mírame. Soy el malo, y los malos hacemos esta clase de cosas sin arrepentimiento alguno. Ah, y había algo más que quería decirte... Dime dónde la tienes.
- ¿Qué? ¿El qué?
- Sabes perfectamente de lo que hablo, Zoey Pierson. La vacuna,¡¡ la vacuna que la zorra de tu madre descubrió para mi virus!!
- Te juro que no sé de qué hablas, y aunque lo supiera yo...
- Está bien, puede que si no lo sepas... La lleves encima.

Dicho esto, el hombre le clavó una jeringuilla en el brazo izquierdo y le extrajo unos pocos centilitros de sangre a Zoey. La chica casi sintió  alivio con el pinchazo en comparación con el dolor que sentía entonces por todo su cuerpo.

- Vale, digamos que puede que tu queridísima madre te inoculara la vacuna sin que tú te dieras cuenta. ¡Usted, doctor Cooper! Analice la muestra de sangre de nuestra querida anfitriona, y veremos si nos tiene preparada alguna sorpresa. Sí, señorita Zoey. Si tiene algo que ocultar, no se preocupe. No tardaremos en descubrirlo.

3 comentarios:

  1. Muchísimas felicidades; y sobre el relato ¡no sé cómo van a poder salir de esta!

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  2. MUCHÍSIMAS FELICIDADEEEEES! (octava vez jejeje x))
    ahora e smuy tarde, pero en caunto haga el examen de filosofia, leo la entrada de la historia :)))

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)