lunes, 30 de mayo de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XVII)

Sábado, 30 de julio de 2011 (segunda parte)

Querido diario:

Hoy ha sido un día extraño.

Cuando desperté a Richard para irnos, lo noté algo raro, todavía más de lo normal. Le pregunté varias veces, pero no quiso contestarme, hasta que casi acabé obligándole a hacerlo.

- Richard, no sé si lo recuerdas, pero hace un par de noches te conté algo que jamás pensaba contar a nadie. Confié en ti entonces, y necesito que tú confíes en mí ahora.
- Zoey, en serio, no tengo ganas de hablar de ello. Por favor, déjalo.
- No, Richard, no lo dejaré. De hecho-dije, haciendo amago de parar el coche-.
- No lo harás.
- Pruébame.

He de admitir que esa palabra, de fácil descontextualización,sonó un poco rara.

- Está bien, lo haré. Era un 29 de marzo de este año...
- Espera un momento, 29 de marzo... ¿no es el día en que...?
- Exacto. El día en que el virus escapó. Verás, por aquel entonces yo vivía con mi compañero de habitación, Harry, en el internado del que te hablé.
- ¿Pero no dijiste que vivías sólo?
- Todavía no he llegado a esa parte. Bueno,verás, Harry y yo...

Y entonces empezó a contar su historia.

"Era un 29 de marzo de este año, el día en que la infección empezó a propagarse. Sin saber nada, Harry y yo volvíamos sobre las nueve de la noche de una excursión en la playa. Subíamos andando por las escaleras principales del internado que en sólo unos minutos nos llevarían a nuestra habitación.

- Y entonces ese imbécil de Dan va y le dice "¿Quieres que te ayude con el sujetador?" Y la tía le pegó tal sopapo que casi lo envía a la otra punta de la playa-decía yo-.
- Vaya, eso habría estado bien verlo. Si es que a tíos como Dan habría que encerrarlos o algo así, no consiguen hacer nada más que daño a los demás.
- Ya, bueno, pero de todas formas no dejemos que el tío ese nos fastidie la vida, no se merecería tal satisfacción.
- Estoy plenamente de acuerdo.
- ¿Lo ves? Además, hoy es noche de...

¡¡¡¡¡¡Aaaaaahhhhhhhh!!!!!! -sonó un grito estridente, a sólo unas habitaciones de distancia.

Ambos corrimos en dirección a donde había sonado el grito. Cuando llegamos allí...

- Dios mío-dijo Harry-.
- ¿Pero qué...?

Era Dan. Y se estaba comiendo a una chica. Esta vez literalmente.

- ¡¡¡¡¡¡¡Kathy!!!!!!!-gritó la chica en la puerta-. ¿¡¡¡Pero qué has hecho, Dan?!!! Cómo has podido...

El tío se giró. No hacía falta un coeficiente intelectual demasiado alto para saber lo que estaba pasando.

Ni siquiera parecía él. Su cara entera se encontraba deformada y manchada de sangre. Ante la posibilidad de que esto lo lean menores y por si acaso mis queridos lectores están comiendo o son especialmente sensibles, me ahorraré ciertos detalles más bien desagradables.

Digamos que Dan se estaba poniendo las botas. Apenas quedaba nada de la tal Kathy.

- ¡Ey, tú!-pregunté a la chica en la puerta-. ¿Cómo te llamas?
- Yo... Sue-dijo, casi llorando-.
- Pues será mejor que corras Sue, porque este tío no parece muy amigable que digamos.
- No, yo no...

En aquel instante, el muerto viviente se levantó y comenzó a andar hacia la chica. Ésta se asustó más aún y salió corriendo, en busca de ayuda. Aunque no serviría de nada.

- ¿Harry?
- ¿Sí?
- ¿Aún tienes nuestro bate de béisbol?
- Afirmativo, Richie.
- Entonces nos vamos a divertir.
- ¿Estás loco?¿Piensas volarle la cabeza a Dan con el bate?
- Ehm... Sí, más o menos,ese era el plan.
- Ah, guay. Entonces me apunto. ¡¡Chúpate esta, Umbrella!!-dijo mientras sacaba el bate y me lo pasaba a mí, al tiempo que se enorgullecía de su grito friki-.

El zombi empezó a andar hacia nosotros, aunque apenas le di tempo para hacerlo.

- ¡Esto por lo de la clase de gimnasia!¡Y esto por el uniforme!-decía yo, mientras le golpeaba con el bate-. ¡Y esto por...!"

- ¿Y no te supo aunque fuera un poco... mal?
- ¿Por qué? Si era un zombi.
- Ya lo sé, Richard, pero horas antes era un humano como Harry, tú o yo.
- Créeme cuando te digo, Zoey, que no hay lugar para dilemas morales en un superviviente a un apocalipsis zombi. Y ahora, si no te importa, seguiré con la historia.

"La cuestión es que entre Harry y yo le dimos una paliza al muerto, y nos encargamos también de la chica,más que nada para evitarnos posteriores sorpresillas.

- Tío, en serio-decía Harry-. Nada de esto tiene sentido. ¿No dijiste que crear un zombi o un virus que te convirtiese en uno de ellos era...?
- Biológicamente imposible, sí, pero al parecer alguien lo ha conseguido. Y a saber cuántos más hay por ahí como él.
- Sí, no todo el mundo está tan bien preparado en la lucha contra zombis como nosotros.
- Y que lo digas, Harry. Y que lo digas.

Ambos nos sentamos en la cama de la habitación.

- Podríamos encender la tele, tal vez digan algo-dijo Harry-.
- Bueno, no es mala idea-dije-. Probemos a ver.

"Interrumpimos la programación para informar de un hecho sin precedentes en la historia de los Estados Unidos. La ciudad de Los Ángeles, en California, ha sido puesta en cuarentena, nadie puede entrar ni salir. Al parecer debido a una amenaza biológica de alta peligrosidad..."

- Je, imagino-decía Harry- que esta es la parte en la que tranquilizan a la población para asegurarse de que no cunda el pánico-. Menudos idiotas.
- Y tanto, si de todas formas da igual.El virus habrá escapado de un modo u otro, así que tanto da.

"A pesar de todo, intentaremos mantener informada a la población a medida que..."

Pero la luz se cortó. Me asomé por la ventana, y vi que había cortes de luz similares por toda la ciudad.

- Tenemos que irnos de aquí-dije, decidido-. Ya. Busquemos un lugar más seguro.
- Estoy contigo, ¿pero qué tienes en mente?

Pensé, durante unos instantes, y entonces llegué a la conclusión definitiva.

- ¿Qué tal un hotel de lujo?

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Soy el número cuatro

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Me encanta esta peli :)