martes, 13 de marzo de 2012

Poderes (V)

- Y aquí estamos- me dijo la chica-. Bienvenido a nuestra humilde morada.


Acabábamos de cruzar una puerta corredera, tras lo cual pude ver una especie de antiguo local abandonado, en algún recóndito y perdido lugar de Chelsea. No estaba demasiado cuidado y la iluminación no era muy buena, pero aún así resultaba acogedor, y se notaba que se habían esforzado en que así pareciera.


Había algunos pósters en las paredes de la habitación, una televisión no muy grande colgada en una de ellas y varios sillones amontonados frente a ella. Una mesa de madera con seis sillas dispuestas alrededor de ella, un banco improvisado como cocina y a pocos pasos de esta una puerta que llevaba a unas escaleras, supuse que hacia algún cuarto de baño o dormitorio.


- No es lo mejor del mundo-añadió la chica-. Pero es un hogar.


De pronto, me entró una incesante curiosidad acerca de cuánto tiempo llevaban así. Es decir, ocultos al mundo. Como si me hubieran leído la mente, y de hecho uno de ellos lo hizo, la chica empezó a hablar.


- Primero que todo-dijo-.  Mi nombre es Nadia, el suyo Dave-dijo señalando al que hacía apenas una hora había estado jugando con mi mente. Este de aquí se llama Cody-dijo señalando al chico negro-. Y él, Zack.
Y no, no son gemelos.
- Ya lo suponía. Y también supongo... que todos sabréis mi nombre. Ya sabéis, por lo de la telepatía y todo eso.
- Ya, bueno... También ayudaron bastante el hecho de que le dijeras tu nombre a aquel atracador, y de que tu insoportable y empalagosamente romántica actuación en la esquina noroeste de Central Park se convirtiera en pocas horas en uno de los vídeos más vistos en Youtube.
- ¡Vaya! ¿En serio?-dije, realmente impresionado-. ¿Alguien lo ha subido a Youtube? Esto tengo que decírselo a Rachel, veréis ella es mi...
- Novia-acabo el tal Dave-. Tío, te leo la mente, ¿recuerdas?
- Escuchad, chicos. De eso justo era de lo quería hablarle a Ryan-intervino Nadia-.
- ¿De Rachel?-pregunté, extrañado-.
- No, de tu nueva vida.


Y Nadia empezó a hablar de nuevo. Me contó que llevaban viviendo allí algo más de tres años. Hasta la fecha, sólo sabían de la existencia de cinco personas con poderes como los suyos en el mundo, incluyéndome a mí.


Uno tras otro, me demostraron sus poderes. Cody tenía el poder de interferir en las máquinas (cortocircuitarlas, detenerlas temporalmente, controlarlas...), Zack tenía telequinesia (podía mover objetos con la mente), Dave era capaz de invadir otras mentes y leer sus pensamientos, e incluso llegar  a controlarlos. Y Nadia tenía, en mi opinión, el más guay de todos ellos: podía transformarse en cualquier persona. Sí, cualquiera.


Aunque sinceramente,  verme a mí mismo desde fuera no resultó una experiencia demasiado agradable.


- ¿Y sabéis de dónde viene?-les pregunté-. Quiero decir, si conocéis cuál es su origen, una mutación, o...
- Ciertamente-dijo Cody-, no tenemos mucha idea. Pero cierta información nos ha ayudado a poder afirmar que no se trata de ninguna mutación, pues nuestros genes son idénticos a cualquiera de los otras personas con las que alguna vez nos hayamos cruzado. Todavía no sabemos casi nada sobre ellos, pero en fin...


Así que no se trataba de mutaciones genéticas. Menuda decepción. Y yo que pensaba que podría llamar "Mística" a Nadia, o "Profesor X" a Dave...


- ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta? - me preguntó Nadia de pronto-.Si nos das la oportunidad, te enseñaremos lo que es una noche en nuestras vidas.


Cada vez sentía más curiosidad, y me sentía más especial sabiendo que formaba parte de algo tan raro y genial al mismo tiempo, razón por la cual empecé a dejarme llevar.


Grave error.


- Claro, por qué no.


Gravísimo error.


Y salimos de nuevo al exterior. Apenas había gente en toda la manzana, pero aún así me sentí algo incómodo por estar viendo y sin hacer nada cómo robaban un coche.


- ¿En serio, chicos?-les pregunté-.
- Oh, vamos-dijo Nadia-. Deja a un lado tu sentido de la ética por una vez y diviértete un poco.


Nadia fue a hacer un puente al coche aparcado en la acera, pero hubo un chispazo y una gran humareda salió del vehículo.


- Cody, ¿podrías ayudarme?-preguntó-.
- Claro, ahora voy.


Mientras Cody iba a ayudar a Nadia, aproveché para preguntar algo más acerca de lo cual sentía curiosidad desde horas antes.


- Chicos-les dije-. ¿Podría preguntaros... a qué se refería Nadia con lo de que la encerraron? ¿Realmente experimentaron con ella?


Ambos parecieron pensárselo durante unos instantes, hasta que finalmente uno de los dos habló.


- No sabemos mucho de Nadia desde antes de conocerla-dijo Zack-. Hace unos cinco años, Dave y yo, que  ya éramos amigos y vivíamos en el mismo internado, decidimos pasar de todo y fugarnos lejos de allí. Al poco tiempo, nos encontramos a Cody, al que la vida no le había tratado demasiado bien tampoco. Pero en comparación con lo de Nadia...


- La conocimos dos años después de que, según dice ella, escapara del lugar donde la tenían encerrada-continuó Dave-. Nunca ha querido darnos demasiados detalles acerca de esos dos años, y mucho menos de los anteriores. Y la verdad es que lo entiendo. No imagino la clase de horrores a los que llegarían a someterla allí dentro.


- Ya está-dijo Cody-. Todo arreglado.
-  Entonces-dijo Nadia- empecemos la fiesta.


Nos hizo una señal a Zack, Dave y a mí para que nos metiéramos en el coche.

- Yo conduciré-dijo Nadia-. Cody, siéntate en el asiento del copiloto para estar más cerca del motor. Zack y Dave, poneos detrás con Ryan. 
- A la orden, mi sargento-dijo Zack-. 
- ¿Alguien podría decirme qué tenéis pensado hacer?-pregunté, más que nada por curiosidad-. ¿O preferís mantenerlo en sorpresa? 
- Tranquilo-dijo Nadia-. Todo irá bien… siempre y cuando no tengas demasiado vértigo. 

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)