- Remy-le dije, mientras andábamos-. Me ha alegrado mucho volver a verte, y quiero que sepas que lo de la otra noche...
- Lo sé, Sam-dijo ella-. Sé por qué lo hiciste. Y no importa.
- Pero lo del vestido y...
- No importa, en serio. Pero hay otra cosa que tal vez...-dijo, parándose y girándose hacia mí-. Voy a hacerte una pregunta, y quiero que la contestes con sinceridad ¿Tú me quieres?
- Ehm, yo... Bueno, eres mi mejor amiga y...
- Sabes a lo que me refiero, Sam.
- Sí. Te quiero.
La respuesta no pareció sorprenderle. Así que me sinceré del todo.
- Remy, estando aquí, al lado del lago donde me salvaste la vida... Me acuerdo de todo. Sólo hacía unos días que te conocía, pero ya lo tenía claro. Y al tenerte a mi lado desde entonces... yo, me di cuenta de que...
- Tranquilo, no te pongas nervioso. Dime lo que tengas que decir. Sin presiones.
- De que, en realidad, no sólo me salvaste la vida en el lago, Remy. Desde entonces me has salvado la vida a diario, y por eso no quería decírtelo y arriesgarme a perderte.
- Pero estoy aquí.
- ¿Cómo?
- Sigo aquí,después de todo,¿no? lo cual quiere decir que no me has perdido. Y además...-dijo, acercándose más a mí- yo también te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario