lunes, 18 de abril de 2011

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (XV)



Viernes, 29 de julio del año 2011 (2ª Parte)

Querido diario: soy Richard otra vez. Perdona el no haberte descrito con detalle mis recientes batallitas, y perdonadme también vosotros, los que lo estáis leyendo dado que sin duda será una obra muy famosa en el futuro.

Me disculpo por no describir todo lo que me ha pasado hoy al pie de la letra, pero es que esquivar la muerte quita bastante tiempo para escribir. Además, para eso están los narradores omniscientes.

Os ruego que perdonéis al que yo contraté. Ha cometido equivocaciones, lo sé (¿quién podría atravesar un garaje entero y matar zombis, así como conectar una máquina en la más absoluta oscuridad?) Obviamente, nadie. Pero la luz del amanecer se filtraba por algunos ventanales, permitiéndonos a mí y a Zoey ver lo mínimo para poder hacer todo lo que hicimos y escapar. Ah, y otra cosa: nos costó mucho hacerlo. Nos libramos de mucho por los pelos, sí, pero tardamos horas en salir de allí, no media hora.

En cualquier caso, creo que deberíamos darle otra oportunidad. Seguro que mejorará.


En otro orden de cosas, Zoey y yo estamos en un motel, calculo que a unos quinientos kilómetros de Los Ángeles. Probablemente os parecerá poca distancia para las 5 horas y 32 minutos de viaje, pero es lo que tiene conducir por carreteras secundarias. Cruzar ciudades como San Francisco, Portland o Seattle no habría sido una buena idea. Según mis recientes cálculos y con la ayuda de un mapa que me he encontrado en la recepción del motel, estamos en el remoto y desierto lugar (entre otras cosas, porque estamos en medio de un desierto, cuyos sin duda alguna estúpidos primeros habitantes le pusieron el nombre de "Nevada", a saber por qué)de Hawthorne.
Puede que os parezca raro lo de aventurarse en un desierto y tal, pero las zonas pobladas son bastante más peligrosas. Sobre todo desde lo de los zombis.

Son las 22:47. Han pasado ya unas horas desde que llegamos al motel, y unas dos desde que Zoey se ha dormido. La volví a despertar en cuanto llegamos. Aparcamos el coche, le pusimos gasolina, nos cargamos a un zombi vestido de tirolés y nos apalancamos en una habitación, sellando puertas y ventanas.

- ¿Qué es eso?- me dijo, mientras rebuscaba en mi bolsa de emergencia-.
- Comida y agua para unos dos días. Tendremos que coger más de la máquina de la entrada.
- No, me refiero a eso otro-dijo, señalando de nuevo la bolsa. Richard descubrió a qué se refería.
- Oh, ya, bueno... Cuando estábamos en Los Ángeles me fijé en que no lo perdías de vista y... lo cogí.
- Oh, dios mío, Richard. No sabes cuánto te lo agradezco. Lo encontré en el salón de mi casa, en la repisa de la chimenea, ya sabes, el día en que... Bueno,el día en que huí. Era un regalo para mi décimo-octavo cumpleaños.

No hay duda de que me he alegrado mucho por ella, hacerla feliz me hace feliz a mí. Pero, aún así, no puedo evitar pensar en la otra noche en la azotea, cuando estuvimos a punto de besarnos. La quiero, y creo que podré soportarlo si ella no quiere ir más allá de la amistad. Nunca le gusté a ninguna chica más que para fines interesados, al menos hasta que llegó Zoey. Ella me dijo que sería cuestión de tiempo, aunque no pienso presionarla.

En cualquier caso, el tiempo lo aclarará todo.

Estaré unas cinco o seis horas más despierto hasta terminar mi turno de vigilancia, y luego despertaré a Zoey para que ella me releve. Probablemente intente estrangularme por no despertarle a la hora que me ha dicho, pero es que necesita descansar mucho más que yo. Yo llevo semanas durmiendo unas once horas al día. Ella lleva unos tres meses sin dormir.

Me he fijado en que había un periódico junto al mapa en recepción. Probablemente, el último periódico impreso, cuyo portada rezaba:

"La muerte camina"

"La infección vírica originaria de Los Ángeles llega a Nevada. La situación es crítica. Según los datos obtenidos, el virus se ha propagado ya a multitud de países en Europa y Asia y los investigadores siguen sin encontrar remedio alguno. Se recomienda a la población que se refugien en sus casas y permanezcan allí bajo extrema precaución".

"Jueves, a 14 de abril de 2011"

¿Podrían ser más plagiadores? Ese titular ya está cogido por el periódico de Raccoon City en la película de "Resident Evil 2: Apocalipsis". Además, en medio de un apocalipsis zombi con la muerte acechándote a cada esquina, ¿no creeis que la gente tendría cosas más importantes que hacer que pararse a leer el periódico? Menuda estupidez. Aquel periódico era un asco. Excepto el sudoku samurai, claro,que ha sido bastante entretenido.

Por cierto, le he dado permiso a Zoey para escribir en mi diario, pero con la condición de que ninguno de los dos lea lo que ha puesto el otro.

De todas formas, he pensado que debería cambiar el título de mi diario. Al principio era "Diario de un superviviente",pero como las circunstancias han cambiado he decidido sustituirlo por "Diario de dos supervivientes". Original, ¿verdad?

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("A continuación, os adjunto una foto que yo mismo hice en mi visita de hace tres veranos a Raccoon City, también conocida como Toronto")

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Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)